El ministro peruano de Economía, Alfredo Thorne deberá renunciar luego de que el miércoles el Congreso le denegó la confianza para seguir en el cargo, en un nuevo capítulo de la confrontación entre el presidente Pedro Pablo Kuczynski y la poderosa oposición que lidera Keiko Fujimori.
Thorne, uno de los ministros estrella del gobierno, es el cuarto integrante del gabinete que pierde Kuczynski en apenas 11 meses de gestión y el segundo ministro que deberá marcharse arrastrado por un escándalo político, tras rescindirse un cuestionado contrato para construir un aeropuerto internacional en Cusco.
La permanencia del ministro de Economía en el gobierno peligraba tras divulgarse hace dos semanas una grabación en la que parece presionar al contralor de Perú para que diera su visto bueno al contrato del público referido a la construcción del aeropuerto de Chinchero, a cambio de autorizarle mayor presupuesto para su servicio.
El Congreso, controlado por el partido fujimorista Fuerza Popular, denegó por 88 votos en contra, 11 a favor y dos abstenciones el pedido de confianza planteado por el ministro, sobre un total de 103 legisladores presentes en el debate.
La ley obliga a Thorne a renunciar en las próximas horas ante el presidente Kuczynski y el jefe de gabinete, Fernando Zavala.
El viernes, el ministro de Economía pidió verbalmente al Congreso durante una intervención "que constitucionalmente no podría seguir en el cargo si no contaba con la confianza del parlamento". El lunes formalizó en una carta su solicitud y este miércoles, el Congreso le bajó el pulgar, dejándolo sin respaldo.
Todos los partidos de oposición, encabezados por Fuerza Popular, votaron en contra, mientras que la débil bancada oficialista de Peruanos por el Kambio, fue la única que votó a favor.
El Congreso de Perú es unicameral y se compone de 130 curules, de las cuales 72 son de Fuerza Popular, un bloque populista de derecha que dirige Keiko Fujimori, a quien Kuczynski venció por 40.000 votos en las elecciones presidenciales de 2016.
Keiko Fujimori es hija del autócrata expresidente Alberto Fujimori, quien cumple en Lima una condena de 25 años por crímenes de lesa humanidad durante su gobierno (1990-2000).