El Senado, Cámara Alta del Parlamento francés, aprobó el proyecto de ley sobre el matrimonio homosexual, que volverá ahora para examen en segunda lectura a la Asamblea Nacional (Cámara Baja), donde su adopción es considerada segura.
El texto fue aprobado por el Senado con menos dificultades de lo previsto y pese a una guerrilla parlamentaria de la derecha y las numerosas manifestaciones de los opositores al matrimonio gay.
Al cabo de una semana de ásperos debates, los senadores aprobaron el texto en votación a mano alzada. La Asamblea Nacional lo había aprobado por amplia mayoría en primera lectura el 12 de febrero.
El primer artículo del texto, el más importante, que autoriza el matrimonio para las parejas homosexuales, fue adoptado "conforme", es decir en los mismos términos en que fue aprobado en primera lectura en la Asamblea, por lo que puede considerarse definitivamente adoptado.
El ministro de Relaciones con el Parlamento Alain Vidalies anunció poco después de la votación en el Senado que la Asamblea examinará en segunda lectura el texto el miércoles próximo, pero que este examen Concernirá solamente los artículos modificados por los senadores.
De hecho, la ley hubiera quedado definitivamente adoptada en su conjunto el viernes si los senadores la hubiesen votado exactamente con la misma redacción que la Asamblea.
Pero el Senado modificó levemente la ley al precisar jurídicamente un artículo sobre la igualdad de tratamientos entre esposos y entre padres, sean éstos homosexuales o heterosexuales, introducir simplificaciones en el dispositivo de celebración de matrimonios y establecer reglas sobre la transmisión de los apellidos.
En el Senado votaron en su inmensa mayoría por el texto las bancadas de izquierda (socialistas, comunistas, ecologistas, radicales de izquierda). La derecha (UMP) y los centristas (UDI-UC) se opusieron al texto, salvo algunas excepciones.
"Hay en cada uno de nosotros una emoción profunda"; con esta decisión "reconocemos simplemente la plena ciudadanía de las parejas homosexuales", declaró la ministra de Justicia Christiane Taubira, al terminar la votación.
"Nos invade el orgullo con este voto que hace avanzar la sociedad", dijo, por su parte, el jefe de la bancada socialista, François Rebsamen.
El grupo ecologista saludó "el primer avance de sociedad de este mandato", mientras que el jefe de la bancada Jean-Vincent Placé evocó su experiencia de hijo adoptado para asegurar que las parejas homosexuales adoptarán "no para satisfacer un deseo, sino para dar amor".
Ésta es "una nueva etapa en la marcha hacia el respeto de la igualdad, fundamento de nuestra República", declaró el presidente del Senado, el socialista Jean-Pierre Bel.
En cambio, el senador y exprimer ministro de derecha Jean-Pierre Raffarin estimó que este texto agrega "una ruptura de sociedad a una crisis económica". "No creáis que el voto de la ley borrará esa ruptura", agregó.
Esta ley es "una injusticia para los niños que no conocerán ni papá ni mamá, ese doble rostro de la humanidad", afirmó otro senador de la UMP, Bruno Retailleau.
El presidente de la bancada centrista François Zocchetto lamentó asimismo que "se sacrifique el derecho de los niños".
La batalla de los opositores franceses al matrimonio homosexual continúa en las calles. Después de haber organizado manifestaciones multitudinarias, el movimiento se radicalizó en las últimos días, multiplicando las acciones agresivas, impidiendo debates, acosando a parlamentarios o atacando a organizaciones de defensa de los homosexuales.
El miércoles, los opositores al "matrimonio para todos" convocaron una nueva manifestación nacional para el 26 de mayo próximo.
La legalización del matrimonio homosexual sigue avanzando en el mundo, habiendo sido adoptada ya plenamente por once países. El miércoles, Uruguay se convirtió en el segundo país latinoamericano, después de Argentina, en legalizarlo.