Tras las críticas que se han oído en medios y en las redes sociales contrala Comisión VII del Senado de la República y los parlamentarios que con su voto hundieron el proyecto de ley que buscaba la prohibición total del asbesto en Colombia, la senadora Sofía Gaviria compartió algunas consideraciones que, en su caso, la llevaron a acoger las recomendaciones de los ministerios de Salud, Hacienda, Trabajo y Minas, en cuanto a la inconveniencia de aprobar dicha iniciativa.
“Aunque, según estudios científicos internacionales, todos los tipos de asbesto son cancerígenos, la clase de asbesto más nociva para la salud, esa que ha causado la inmensa mayoría de los casos de enfermedades ocasionadas por este material, es la de los asbestos anfíboles. En nuestro país, estos no se utilizan desde hace tres decenios y han sido regulados por normas, como la Resolución 2400 de 1979 y Ley 436 de 1998. Desde entonces, la única variedad de asbesto manipulada en Colombia es la del crisotilo, reconocida por ser la menos nociva para la salud. Esta sustancia es extraída y manipulada en grandes cantidades en diversos municipios del país”, aseguró la Parlamentaria liberal.
Añadió que si bien Colombia es uno de los mayores extractores, transformadores y comercializadores de asbesto crisotilo en el mundo, la “incidencia de casos demostrados de enfermedades causadas por este material es bastante baja”.
No obstante, Gaviria explicó que “los senadores, en aras de legislar con justicia y sobre bases científicas, acordamos con el Ministerio de Salud adelantar, en el plazo de seis meses”, una investigación además de la sistematización de los estudios nacionales pertinentes que existan hasta el momento. “Si esa investigación confirma que la prevalencia en Colombia de enfermedades causadas por el asbesto es tan baja, podría, además, dar luces, para el conocimiento científico internacional, sobre las particularidades del asbesto nuestro y sobre las del modo en el que lo tratamos”.