Tras las polémicas de los últimos días, es claro que el Congreso debe ser el llamado a aclarar la edad de retiro forzoso de los magistrados.
Así lo indica en entrevista con EL NUEVO SIGLO el nuevo presidente del Consejo de Estado, magistrado Alfonso Vargas.
El entrante titular del máximo tribunal de lo contencioso-administrativo indica que el régimen pensional responde a un sistema legal pero en aquellos casos en que haya irregularidades, la justicia debe actuar.
Niega que haya vacíos entre las funciones del Consejo Electoral y el Consejo de Estado. No le ve problemas a que haya familiares de magistrados trabajando en la Procuraduría porque no hay interferencias de ningún ente en el otro. De igual manera indica que no hay demoras en el proceso para escoger nuevos magistrados. Sobre la definición del periodo del Fiscal General dice que ya se está trabajando en ese tema.
EL NUEVO SIGLO:- ¿Ve necesario insistir en una reforma macro a la justicia o considera que lo mejor es proyectos de ley de alcance parcial y puntual?
ALFONSO VARGAS:-Es posible que existan algunos puntos que aconsejaran una reforma constitucional, pero ante todo lo más importante es un compromiso de todos para hacer justicia, para atender la necesidad de justicia y, en ese compromiso, mirar la estructura jurídica en todo ese mar de leyes y mirar cómo se corrige lo que no esté funcionando bien, e implantar lo que sirva para modificar lo que no está funcionando bien. Es posible que uno encuentre la necesidad de tocar la Constitución pero también es posible que no.
ENS:- ¿En qué casos considera urgente que haya ajustes legislativos o reglamentarios para mejorar la eficiencia de la jurisdicción contencioso-administrativa?
AV:-Pienso que nuestra sociedad, nuestro Estado se desarrolla, crece, evoluciona, aparecen más necesidades, crece el número de habitantes, hay mayor demanda de justicia… Entonces la parte estructural se va quedando corta, entonces hay que ir atendiendo esa parte estructural, creando más plazas de jueces, de magistrados en las cortes, mirar qué necesidades tienen para que atienda la demanda de Justicia.
ENS:- ¿Piensa el Consejo de Estado presentar un proyecto de ley o apoyar alguna iniciativa de reforma?
AV:-Por ahora no he visto ese pensamiento. El Consejo de Estado tiene un gran compromiso que es donde haya congestión, es decir donde existan muchos procesos, mirar a ver cómo se disminuyen. Buscamos una justicia pronta y estar bien preparados para aplicar un nuevo Código que tenemos, un Código que lleva a que involucremos las nuevas tecnologías: expediente electrónico, la firma digital… Todo eso que contribuye hasta a preservar el medio ambiente, porque vamos en camino de abandonar el papel. Ese es un avance importante y hay que ir adentrándose en ese camino.
Las pensiones de magistrados
ENS:- ¿Cómo se ubica en la polémica en torno a las pensiones de los magistrados y los congresistas?
AV:-Lo primero que quisiera decir es que la regla general es que esas pensiones de congresistas y magistrados deben estar concedidas conforme a la ley. Todas esas pensiones, seguramente están conforme a la ley (pero) si hay asuntos puntuales, casos concretos que no estén conforme a la ley, hay instrumentos para corregirlos, como la revisión de esas pensiones.
Lo que sucede es que el sistema está aconsejando que hay que instaurar una gran reforma con nuevas reglas para que la gente que se está afiliando confíe en él.
ENS:- ¿Cree que un magistrado debe salir del cargo cuando cumple 65 años de edad o debe seguir hasta completar su periodo?
AV:- En el año 91 se expidió una Constitución que derogó la anterior y se expidió una nueva que dibujó un nuevo Estado. Esa nueva estructura redefinió el aparato judicial, que antes estaba compuesto por la Corte Suprema y el Consejo de Estado, pero con la Carta del 91 ya encontramos las demás altas cortes, y antes los magistrados de esas cortes ingresaban a sus cargos, que eran vitalicios.
Ya con la nueva Carta Magna no lo fueron, sino que ese artículo 233 dijo que esos magistrados eran elegidos para periodos de 8 años, que permanecerían en sus cargos mientras tuvieran rendimiento en el trabajo, observaran buena conducta y no llegaran a la edad de retiro forzoso. Entonces el Congreso no ha expedido una nueva ley que señale la edad de retiro forzoso, y por no haberse expedido
Fallos electorales
ENS:- Las demandas por anomalías en los comicios parlamentarios de 2010 siguen sin resolverse pese a que al actual Congreso sólo le quedan escasos año y tres meses de periodo ¿Tiene esto presentación ante la opinión pública y los posibles afectados?
AV:-Creo que esas demandas que son unos procesos muy especiales, la mayoría han salido dentro del término, lo que pasa es que hay casos excepcionales que tienen una tarea descomunal. Recuerdo que en alguna ocasión salió una con 60 mil folios, pero esa no es la regla general.
ENS:- Hay quienes dicen que todavía hay una zona gaseosa entre las funciones de tribunal electoral del CNE y las de juez electoral del Consejo de Estado ¿Su opinión?
AV:-Creo que no, el Consejo Electoral tiene unas funciones bien definidas y el Consejo de Estado igual. Los linderos de competencia están bien definidos, sin negar que hay algunas cosas que les cabe preguntarse, pero en general las competencias están definidas en la Constitución.
ENS:- Al Consejo de Estado se le critica por condenar a la Nación en muchos casos de demandas de particulares ¿Hoy qué tan buena o mala es la Defensa Judicial de la Nación?
AV:-Hay que entender que en este país venimos en una situación de violencia de muchos años, nacimos en ello y hay flagelos de unos y otros lados. Y en ese devenir van apareciendo situaciones que generan responsabilidades del Estado y la gente que padece (las afectaciones) reclama. Pareciera que son muchas, pero si ustedes estudiaran caso por caso, son situaciones particulares que ameritan que les resarza y haya un restablecimiento de derechos.
ENS:- Tras la caída el año pasado de la reforma judicial, se dijo que el país seguía condenado a los ‘choques de trenes’ entre las altas Cortes ¿En lo atinente al Consejo de Estado, qué ha pasado?
AV:- Cuando cursó ese proyecto de reforma a la justicia, tenía cosas buenas, seguramente porque el Ejecutivo estuvo comprometido en sacarlo adelante, lo mismo que el Legislativo y la Rama Judicial… Si examinamos encontramos cosas bondadosas como el compromiso de atender a la Rama judicial en materia presupuestal acorde a sus necesidades.
ENS:-¿Cuáles son los niveles de congestión que hoy tiene la jurisdicción contencioso-administrativa?
AV:-Eso es muy grande, porque tenemos un Código nuevo con nuevas reglas que busca agilizar los procesos. Hemos tenido la necesidad de hacer inventarios en la jurisdicción contenciosa en todo el país. En un estudio que han hecho por ahí se tenía como 200 mil procesos y a septiembre del año pasado quedaban 160 mil, es decir habían bajado 40 mil. Hay una figura de descongestión pero hay un problema como el número de plazas. Venimos trabajando en eso para descongestionar y en un término no muy largo no tendremos tanta congestión.
Plazas y trasteos
ENS:- ¿Por qué se ha demorado tanto la elección de los titulares de las tres vacantes de magistrados? ¿Qué hacer para que esta situación, que afecta a todas las altas Cortes, no se siga presentando y ponga a la Rama en la mira de los críticos que hablan de componendas y bloques?
AV:- Esa es la lectura que se hace al exterior porque no se conoce la realidad al interior. El año pasado esta corporación se ocupó de muchas cosas. Ese Código Contencioso quitó un poco de tiempo y no se le podía bajar el acelerador a la función judicial. Y es que para suplir o proveer una plaza participan casi 30 pensamientos que sueñan con un perfil…
Son procesos largos, que empiezan con la inscripción y poco a poco se van decantando. Y eso se demora. No es que haya bloques o dificultades, sino que al interior de la corporación se busca lo mejor para la sociedad. Creo que esas plazas que tenemos aquí en cualquier momento salen con facilidad.
ENS:- ¿Está de acuerdo con que un magistrado de una alta Corte pueda pasar a integrar otra? ¿Qué decirles a quienes dicen que ese es un ‘carrusel’?
AV:-No veo qué se puede entender por ‘carrusel’, y cómo se puede descalificar eso. No estoy ni de acuerdo ni en desacuerdo, lo que pasa es que en esa sumatoria de inteligencia se busca el mejor perfil para atender a la sociedad. El que tenga más experiencia, el que tenga más conocimiento, y mientras no lo descalifiquen como persona, como profesional en todos los sentidos, entonces no lo veo con malos ojos.
ENS:- La prensa dice que en la Procuraduría tienen puestos muchos familiares de magistrados ¿Qué pasa en el caso del Consejo de Estado? ¿Cómo afecta ello en materia de autonomía de las altas Cortes y del propio Ministerio Público?
AV:-Se habla mucho de eso y nos piden por escrito que digamos cuántos familiares tenemos. Uno se aterra porque en este país todos tenemos necesidades de buscarles un puesto a nuestros familiares, yo lo veo normal, no he visto ni que el Procurador interfiera acá, ni que el Consejo de Estado interfiera allá. La Constitución es clara en señalar a quiénes se puede nombrar y a quiénes no, y no he visto anormalidades.
ENS:- ¿Cuáles considera son los principales problemas de la justicia hoy en Colombia?
AV:-Como ha sido muy difícil alcanzar ese sueño de la paz, de la convivencia pacífica, del orden justo, y cuando no hay eso, existe demanda de justicia. A medida que esta se vaya proporcionando, con jueces probos que luchen por atender pronta y cumplidamente, buscaremos una sociedad más justa.
ENS:- ¿Cuándo se decidirá el periodo del Fiscal General?
AV:-No podría decirle cuándo, porque ese es un asunto complejo, sino me equivoco la Sala Plena ya asumió el caso por importancia jurídica.
“Vivo de una manera modesta”
ENS:- ¿Quién es el magistrado Alfonso Vargas?
AV:-Soy una persona como cualquiera otra, con una familia sencilla. Vivo en Chía en una casa comprada con mucho esfuerzo, con amplios jardines, porque yo soy un amante de la jardinería, no hay nada de apariencia, lo que se ve por fuera, se vive por dentro. Eso en cuanto a mi núcleo familiar. Vivo de una manera modesta y sencilla, porque siento que así no se me refunde mi identidad, siempre vivo así y no disimulo en ninguna parte. Soy de Ramiriquí y tengo un pedazo de tierra al lado de donde era la casa paterna, sin ninguna ostentación y ahí cultivo los árboles que son antiguos y demorados en crecer.
Aquí en el Consejo de Estado trabajo de sol a sol, soy trabajo-adicto y me siento contento cuando estoy metido en el trabajo y me siento pequeño cuando estoy frente al público.
Los días sábados dicto clases, especialmente en los posgrados. Este año no me han convocado a la Universidad Nacional, por el tema del tiempo. He estado dictando clases en las universidades Santo Tomás y en la Sergio Arboleda. En estos días aparento más bien como tristeza, pero es porque me da miedo que las cosas no salgan bien.
ENS:- Usted ha escalado peldaño por peldaño en la carrera judicial ¿Cómo ha sido su vida como jurista?
AV:-Disfruto mucho cuando tengo tiempo para sentarme y escribir un proyecto de sentencia, renglón por renglón. Al principio hay preocupación en torno hacia dónde irá uno cuando está haciendo un proyecto, pero ya cuando uno llega, se convence para dónde va y siento que con el proyecto se puede hacer justicia. Siento profunda satisfacción, independientemente del lado que se favorezca, siempre que se haga justicia. Pero ante todo más que abogado, soy más humano, por eso es que en mis líneas en una sentencia soy portador de un discurso humanístico, soy bien devoto al concepto de la dignidad humana, es decir en ese enfoque de tratar al otro como desearía que me trataran a mí.
ENS:- ¿Cuál será su principal reto como presidente del Consejo de Estado?
AV:-Realmente mi principal reto que es el que parece imposible, es dar a conocer a la sociedad el papel que cumple el Consejo de Estado como tribunal supremo de lo contencioso-administrativo y como cuerpo supremo consultivo de Gobierno.
Como Tribunal Supremo, porque es la expresión de la justicia, el contencioso es el que controla la conducta de lo público, es el que controla el poder, es el que decide y vigila. Mi meta es fortalecer en ese sentido al Consejo de Estado y que la sociedad conozca que esta es una institución importante, que tiene unos jueces serios que son necesarios para la sociedad.