Después de cuatro largos debates y profundos cuestionamientos, la comisión segunda del Congreso aprobó el ascenso del general Franscisco Patiño.
La decisión se tomó por diez votos a favor y dos en contra, los de Camilo Romero y Marco Avirama.
El general Patiño fue cuestionado por una presunta injerencia cuando se desempeñaba como comandante de la Policía de Bogotá en el caso de la muerte de un joven grafitero, Diego Felipe Becerra, a manos de un agente de la institución.
La familia de Becerra había solicitado al Congreso suspender el ascenso del general hasta que la investigación revelara toda la verdad sobre los confusos hechos en que resultó muerto el joven y por el que ayer el director de la Policía pidió perdón público.
En el debate de ayer, el fiscal general de la Nación, Eduardo Montealegre, dijo que el proceso del grafitero es de un “falso positivo urbano”, aunque también fue enfático en señalar que no existía prueba alguna de una posible manipulación de la escena del crimen ordenada por Patiño.
Sin embargo, dijo que hasta este momento no hay pruebas de que Patiño manipulara la escena de la muerte de Diego Felipe Becerra.