*Más fuerzas de la oposición explicarían la lupa  puesta sobre el Ejecutivo

Uno de los saldos favorables del Congreso en su primer periodo, que arrancó el pasado 20 de julio, es la actividad de control político porque fue abundante en comisiones y plenarias, con cerca de 90 sesiones hasta la fecha, y por el reconocimiento que recibieron algunas de estas citaciones.

En ese sentido si bien en materia de proyectos la agenda fue en cierta forma limitada en cantidad, especialmente por el lado gubernamental, y además de ello supeditada al estudio del proyecto de reforma constitucional de equilibrio de poderes, el Presupuesto General de la Nación 2015 y en los días más recientes la reforma tributaria, la actividad de control político no ha tenido pausa y se espera aún más en las escasas dos semanas que restan del periodo inicial de esta primera legislatura, el cual se extiende hasta el próximo 16 de diciembre.

Una de las razones que explicarían el importante incremento en la cantidad de debates de control político en este Parlamento frente al inmediatamente anterior es que la oposición sumó fuerzas con el arribo de la numerosa bancada del uribista Partido Centro Democrático, que fortalece esa postura contraria a la administración Santos, pues en el periodo 2010-2014 estuvo solitario en esa trinchera el Polo Democrático Alternativo.

Incluso, el hecho de que la Alianza Verde haya abandonado la coalición de gobierno denominada Unidad Nacional, de la que hizo parte en el primer mandato de Santos Calderón, para pasar a la franja que la misma colectividad ha denominado de independencia propositiva, es un hecho político que también terminó revitalizando el control político del Congreso y, por ende, en un mayor número de estos debates.

Sin embargo, desde las toldas de la coalición de gobierno tampoco han faltado iniciativas de debates de control político y no en pocas ocasiones sus parlamentarios han puesto contra la pared a los ministros. Lo que en cierta forma sería un mentís frente a las afirmaciones de que la Unidad Nacional es complaciente en todo con el Gobierno.

*Los más sonados

A pesar del alto número de debates de control político que se han realizado desde agosto para acá, no es difícil señalar los más importantes ya sea por la calidad de la preparación por parte de los citantes y las intervenciones o por los efectos mediáticos e impacto en la opinión pública que alcanzaron.

En ese sentido, sin duda el debate que en este periodo más concitó interés por sus connotaciones fue realizado el pasado 17 de septiembre sobre el fenómeno del paramilitarismo en Colombia y los supuestos vínculos del expresidente y hoy senador Álvaro Uribe con el narcotráfico.

La realización de este debate promovido por el senador del Polo, Iván Cepeda, se convirtió en una verdadera novela porque inicialmente se iba a realizar en la plenaria del Senado, pero esto fue bloqueado por las dudas jurídicas en cuanto a que un parlamentario le hiciera debate de control político a un colega, de lo cual no había antecedentes.

Finalmente, dicha sesión se pudo realizar en la Comisión Segunda del Senado, en la que como hecho curioso Uribe se ausentó durante la intervención del citante Cepeda, y volvió el expresidente para presentar su argumentación.

Al final, Cepeda concluyó que era necesario que se diera este debate como un aporte para la construcción de la verdad sobre los factores que han alimentado la violencia en Colombia; en tanto que en el Centro Democrático destacaron que Uribe según ellos demostró que nunca ha tenido vínculos con ilegales.

Por otra parte en agosto pasado, el Centro Democrático en cabeza de la senadora Paloma Valencia adelantó un debate en la plenaria del Senado sobre un presunto fraude que se habría presentado en las elecciones presidenciales pasadas.

La Parlamentaria uribista aseguró que en los pasados comicios hubo compra de votos y no hubo garantías para la oposición. Además dijo que las Farc le pusieron al presidente Santos 400 mil votos. Lo cual fue refutado por el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, quien dijo que estas denuncias no tienen fundamento y calificó al Centro Democrático como “mal perdedor”.

También concentró la atención de los medios el debate que adelantó la Comisión de Paz del Senado para establecer a ciencia cierta los recursos que tiene previstos el Gobierno para el eventual posconflicto en caso de lograrse un acuerdo con las Farc. Esto a raíz de que previamente en una cita que sostuvieron con el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, los parlamentarios quedaron preocupados después de que éste dijera que para esta etapa serían destinados $7,9 billones para la atención de víctimas en materia de salud y educación, y $8 billones para la restitución y reparación.

Al final del debate salió a relucir que tras la firma del acuerdo de paz y por la siguiente década serán necesarias inversiones por US$93 billones.