El Gobierno debe entender la situación o asumir “el costo de acabar” con las “fuentes de ingreso de subsistencia” de los habitantes del Litoral.

Congresistas y gremios coincidieron por separado en pedirle al Gobierno Nacional que defina políticas sobre precios de la gasolina para el Pacífico colombiano.
En conflicto por ese tema fue puesto de relieve gracias al paro que sostuvo en Buenaventura la flota de cabotaje, compuesta por embarcaciones de pasajeros y carga liviana, tras registrarse un incremento superior al 34 por ciento en el combustible marino.
Para levantar la protesta, el ministro de Minas y Energía, Mauricio Cárdenas, informó que se mantendrá el subsidio del combustible para naves pesqueras, acuicultores y embarcaciones de cabotaje en las zonas costeras. El precio establecido según informó Cárdenas será de 5.800 pesos por galón y no de 7.800 pesos, como en un principio se había anunciado y había causado revuelo entre las asociaciones de armadores, pesqueros, madereros y transportadores en el puerto de Buenaventura.Sin embargo, la medida no es suficiente.
A pesar del anuncio del Gobierno, “las flotas de cabotaje continúan en un cese de actividades indefinidamente lo cual afecta directamente toda la región pacífica en temas de movilidad, alimentación, salud, seguridad y desempleo, variables que determinan la competitividad de un país y es por ello que merece especial atención la situación que se presenta hoy por hoy en el puerto de Buenaventura que es el principal puerto de exportación e importación de Colombia”.
Así se lo hicieron saber ayer al ministro Cárdenas y al presidente Juan Manuel Santos, a través de una carta, Germán Jaramillo, presidente del Comité Intergremial del Valle del Cauca (CIV), Alexander Micolta, presidente Comité Intergremial de Buenaventura, y José Rodrigo Sánchez, representante legal del Consejo Gremial y Empresarial del Cauca.
“Esta situación debe llevar al Gobierno Nacional a modificar su política de precios de combustibles en esta región o a generar otras alternativas de desarrollo económico para la población”, precisaron los dirigentes gremiales.
“Si bien el tema económico es preocupante”, dijeron los líderes empresariales, “tiene más trascendencia el tema social, dado que la alimentación, los medicamentos y todo tipo de carga, tiene su principal medio de transporte a través de la flota de cabotaje del Pacífico”.
Tras señalar que “el sector gremial de pacífico consideró de vital importancia que el Gobierno Nacional analice y entienda la realidad socio económica del Pacífico colombiano” o asuman “el costo de acabar con estas fuentes de ingreso de subsistencia por sostener una política de precios de combustibles que es regresiva”.
El senador caucano Luis Fernando Velasco, del Partido Liberal, expresó también ayer, a través de un comunicado, que “con varios congresistas de la zona del Pacifico” está solicitando “de carácter urgente una reunión” con ministro Cárdenas para analizar esta situación.
Al igual que los dirigentes gremiales, Velasco resaltó que al parecer “el Gobierno Nacional no entiende que en el Pacífico colombiano no hay carreteras, por lo tanto, los habitantes tienen que transportarse en canoas, buques o pequeñas lanchas. En lugares como López de Micay, a manera de ejemplo, un galón de gasolina ya vale 18.000 pesos, lo que hace casi imposible pagar un pasaje para recorrer los ríos”.
Este paro, aseguró el senador Velasco, “es otra demostración de que los altos precios de la gasolina afectan a todos los colombianos y en especial a los más pobres del país”.
Sobre ese punto, los dirigentes gremiales sostuvieron que “es muy difícil garantizar la competitividad del sector pesquero a gran escala y la pesca artesanal cuando los precios del combustible de la Costa Pacífica colombiana son del orden de 6.000 pesos aproximadamente por galón de diesel y de 8.100 pesos por galón de gasolina”, mientras en la Costa Pacífica ecuatoriana un galón de diesel cuesta 1,38 dólares, es decir unos 2.541 pesos, de acuerdo con los empresarios.