Una propuesta para que el precio del Gas Licuado del Petróleo (GLP) para consumo domiciliario se equipare competitivamente con del gas natural hicieron los congresistas que integran el Comité Promotor de los Precios Justos de los Combustibles a los ministerios de Hacienda y Minas.
“Lo que proponemos es diseñar una serie de medidas, de tal manera que el valor del consumo familiar mensual típico de GLP no exceda el 5 por ciento de un salario mínimo legal mensual vigente y que, desde otro punto de vista, su costo se equipare con su producto sustituto, el Gas Natural, manteniendo una razonabilidad en los precios”, explicó el senador Guillermo García, del Partido Liberal.
García hace parte del mencionado Comité junto a su copartidario Luis Fernando Velasco y la legisladora Alexandra Moreno, del Movimiento Independiente de Renovación Absoluta (Mira).
El senador García recalcó su denuncia con respecto a los altísimos precios del GLP: “El gas natural, que presta el mismo servicio que el GLP”, es decir el uso doméstico, “le vale al consumidor en el estrato 1, solo una quinta parte de lo que cuesta el GLP. Incluso, en el estrato 6 un consumidor de Gas Natural paga un poco menos de la mitad de lo que paga un usuario de GLP del estrato 1”.
En la carta, los congresistas Moreno, García y Velasco explican que “según un estimado más bien conservador, actualmente el total nacional de familias consumidoras de GLP de uso doméstico, es de 2.788.100, de las cuales el 87 por ciento pertenecen a los estratos 1, 2 y 3; dicha población obtiene ingresos que van desde menos de un SMLV”, salario mínimo legal mensual vigente, “hasta un máximo de dos SMLV y deben destinar entre el 8 y el 10 por ciento de sus ingresos a la compra de los cilindros de gas, para realizar sus actividades diarias del hogar”.
“La Constitución Política, en sus artículos 365 y siguientes, establece que es deber del Estado asegurar la prestación eficiente de los servicios públicos, y en desarrollo de esto, el Congreso de la República estableció mediante la Ley 142 de 1994 las competencias para establecer el régimen tarifario y determinó en el artículo 87 que la definición de dicho régimen deberá orientarse por los criterios de eficiencia, economía, neutralidad, solidaridad y redistribución”, plantearon los legisladores.
Pero, sostuvieron, “tristemente, entre enero de 2009 y diciembre de 2010, el precio del galón de GLP (del producto como tal, que es el componente que más incide en la tarifa al consumidor final) tuvo un incremento de más del 165 por ciento, pasando de 962 pesos por galón a 2.550 pesos por galón”.
“Lo anterior en razón de una formulación tarifaria con base en precios internacionales del propano puro y del butano puro”, explican los legisladores, aclarando inmediatamente que eso “no es lo que se vende aquí en Colombia, pues Ecopetrol suministra una mezcla variable y de inferior calidad a dichos materiales”.
“Simultáneamente”, afirmaron, “el gas natural, que presta el mismo servicio que el GLP (pues lo que busca el consumidor al adquirir estos energéticos es un poder calórico limpio y eficiente), comparado con este último, le vale al consumidor en el estrato 1, solo una quinta parte de lo que cuesta el GLP. Incluso, en el estrato 6 un consumidor de Gas Natural paga un poco menos de la mitad de lo que paga un usuario de GLP del estrato 1”.
Con base en esas consideraciones el Comité le propuso al Gobierno que le “ordene” a la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) “la revisión inmediata de las fórmulas tarifarias del GLP, unificando metodologías con el Gas Natural, de tal manera que, si bien se tengan en cuenta las diferencias de inversión de capital necesarias para llevar el productor al consumidor final se reconozca que la base sea el poder calórico de uno y otro combustible”.
Así mismo, le pide al Ejecutivo que “diseñe una política de subsidios, en donde todo la canasta energética, incluyendo lo que corresponde con el sector productivo, contribuyan con subsidios al GLP”.