Congresistas latinos pactan contra pobreza | El Nuevo Siglo
Viernes, 11 de Noviembre de 2011

Serán veedores para que fondos reembolsables y no reembolsables de cooperación internacional de presupuestos anuales sean orientados a planes de desarrollo.

Con la reducción de la pobreza y la reorientación de los planes de desarrollo de sus respectivos países se comprometieron los congresistas latinoamericanos, encabezados por el presidente del Congreso Juan Manuel Corzo, después de asistir a una reunión en Bogotá en una mesa de trabajo con el Banco Interamericano de Desarrollo, BID.
En la 'Declaración de Bogotá', los senadores y diputados del continente americano proponen cinco aspectos para promover el desarrollo de sus países. El primero de ellos, es el de Apropiación, en la cual los Congresos expidan normas que incidan sobre la reducción de la pobreza y desigualdades sociales, y que los planes de desarrollo que presenten los gobiernos conlleven a cumplir esa misión.
Otro es el del Alineamiento, en el cual proponen que el Congreso, en su calidad de veedor, vigile que los presupuestos anuales integren en lo posible la mayoría de los fondos reembolsables y no reembolsables de cooperación internacional y los mismos estén orientados a metas de los planes de desarrollo.
Con la Armonización, otro punto acordado, plantean el intercambio de experiencias, lecciones aprendidas y buenas prácticas, que orienten el accionar de la cooperación internacional al desarrollo en general.
Mediante la Gestión Orientada a Resultados se comprometen a incentivar la planificación, el presupuesto y los sistemas de monitoreo y evaluación a nivel nacional, subnacional y sectorial.
“Recomendamos al poder Ejecutivo y asumimos el compromiso desde nuestros parlamentos a incentivar la implementación de una gestión pública orientada a resultados”, agregaron los parlamentarios latinoamericanos.
Por último, a través de la Responsabilidad Mutua, solicitan al Ejecutivo establecer mecanismos de rendición de cuentas con los donantes y organismos internacionales o multilaterales, sobre los resultados previstos en los planes de desarrollo.
“Con el espíritu de buena fe y en el mejor esfuerzo que entraña la eficacia de la ayuda y la gestión para el resultado de desarrollo, los Estados receptores y oferentes, Parlamentos y sociedad civil organizada, debemos incidir en decisiones y acciones concretas junto con la comunidad de cooperantes, para fortalecer el espíritu de solidaridad entre los pueblos y naciones en el marco de esta nueva arquitectura de la cooperación internacional al desarrollo”, dice la declaración.
Asimismo, se comprometieron a incluir en ese plan de acciones a las autoridades locales de sus respectivos países, organizaciones civiles y el sector privado, entre otros.
“A la luz de los cambios que se están produciendo en la arquitectura global del desarrollo, y a raíz de los debates sobre la Agenda de la Eficacia de París y Accra, los donantes y los países en desarrollo se comprometieron no sólo a trabajar hacia una ayuda más coordinada, sino también a ampliar el diálogo e incorporar en el mismo a actores que hasta el momento contaban con poco protagonismo, tales como el poder Legislativo, las autoridades locales, las organizaciones de la sociedad civil, los institutos de investigación, los medios de comunicación y el sector privado”, afirman en la declaración.