El Tribunal Supremo italiano confirmó la condena a 16 años y un mes del excapitán del crucero Costa Concordia, Francesco Schettino, por el naufragio en el que murieron 32 personas en 2012.
El llamado "capitán cobarde", de 56 años, no asistió a la audiencia y se presentó inmediatamente a la cárcel romana de Rebibbia para cumplir su condena.
"Creo en la justicia y las sentencias se respetan", dijo Schettino según su abogado, Saverio Senese, poco antes de entregarse.
El Tribunal Supremo confirmó tras más de cinco horas de reunión la condena de la corte de apelación de mayo del 2016, emitida al término de un juicio iniciado en 2013 por el tribunal de Grosseto (Toscana).
Ese tribunal lo había condenado en primera instancia en 2015 por homicidio, naufragio y abandono del barco.
El capitán, que ha estado en libertad durante todo el proceso de apelación, cumplió detención domiciliaria seis meses en 2013.
El abogado Senese anunció a la prensa que estudia la posibilidad de presentar recurso ante la corte europea contra una condena que considera injusta.
"Estamos muy amargados. Es el único que paga por esa tragedia. Es un chivo expiatorio", aseguró.
El accidente ocurrió el 13 de enero de 2012, cuando el capitán del crucero de 114.500 toneladas decidió acercarse a la isla italiana de Giglio, en la Toscana, una maniobra arriesgada que provocó el choque del barco contra los arrecifes.
"Espero que con el veredicto de hoy se concluya todo esto y que Schettino cumpla su condena", había declarado Alessandra Guarini, abogada de la parte civil.