La ponencia de la Reforma a la Justicia trae una aclaración importante y es que la práctica de conducir en estado de embriaguez no sería considerada un delito y, en consecuencia, los conductores no serían llevados a la cárcel.
Esto para evitar que los más de 90 mil casos que se presentan al año se conviertan en procesos penales y sigan congestionando la Justicia.
“Si lo volvemos un delito, primero, resulta inoperante, y segundo, los fiscales de Colombia tendrían que dedicarse sólo a investigar conductores ebrios. Ese delito tendría una sanción baja, lo cual no le daría ni un segundo de cárcel a la persona que lo comete, pero si es un caso de policía, esa persona podrá ser conducido a una estación”, explicó Luis Fernando Velasco, presidente de la Comisión Primera del Senado.