El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, desestimó una serie de precondiciones presentadas por Corea del Norte para dialogar sobre su programa nuclear, calificándolas de "inaceptables".
"Es la primera palabra -o pensamiento- relacionada con una negociación que hayamos oído desde que comenzó todo esto", dijo Kerry a congresistas estadounidenses en referencia a la escalada de tensión en la península coreana de las últimas semanas.
"En consecuencia, estoy dispuesto a verla (...) al menos como un medio para comenzar a hablar, no aceptable, obviamente, y debemos ir más allá", agregó.
Corea del Norte anunció sus condiciones para reanudar el diálogo con Corea del Sur y Estados Unidos, exigiendo fundamentalmente que se retiren las sanciones de la ONU, lo que hace poco probable un regreso a la mesa de negociaciones en un clima que continúa tenso en la península.
La Casa Blanca había llamado más temprano a Pyongyang a mostrar "seriedad" y respetar sus compromisos en el tema nuclear.
"Estados Unidos continúa comprometido con la desnuclearización de la península coreana. Estados Unidos continúa favoreciendo negociaciones auténticas y dignas de fe que apliquen la declaración de septiembre de 2005", declaró el portavoz adjunto del presidente Barack Obama, Josh Earnest.
En esa época, los norcoreanos "declararon su disposición o su compromiso a renunciar a las armas nucleares y poner fin a su programa nuclear", agregó Earnest.
"Para que estas negociaciones avancen y sean fructíferas, será necesario que los norcoreanos muestren seriedad en el respeto de sus obligaciones y de sus compromisos", dijo Earnest a los periodistas a bordo del avión presidencial Air Force One, que transportaba a Obama a Boston (Massachusetts, noreste).
La oferta del Norte llega luego de un mes de intercambios crecientemente hostiles entre Pyongyang, Seúl y Washington, que incluyeron amenazas de guerra nuclear y ataques con misiles de precisión.
Durante su gira de hace unos días por Seúl, Pekín y Tokio, Kerry reiteró que Washington está dispuesto a hablar con Pyongyang si existe una seria disposición a abandonar su programa nuclear.