El tribunal de Múnich (sur de Alemania) condenó el jueves a tres años y medio de cárcel al presidente del Bayern de Múnich, Uli Hoeness, por defraudar al fisco más de 27 millones de euros.
"El señor Hoeness ha sido condenado a una pena de cárcel de tres años y seis meses por siete casos graves de fraude fiscal", anunció el juez Rupert Heindl en el cuarto día del proceso.
El acusado se enfrentaba a una pena máxima de 10 años de prisión. Los fiscales habían pedido una condena de cinco años y medio de cárcel contra el dirigente del equipo vencedor de la Liga de Campeones en 2013.
El abogado de la defensa, Hanns W. Feigen, había solicitado que su defendido pudiera evitar la prisión, ya que fue él mismo quien acudió al fisco en 2013 para regularizar su situación.
Sin embargo, el juez estimó que esta "autodenuncia" no era válida. La fiscalía y la defensa disponen de una semana para recurrir la sentencia. El abogado defensor anunció la presentación de este recurso poco después del juicio.
El vicecanciller socialdemócrata Sigmar Gabriel se felicitó de que "el Estado de Derecho funcione. Espero que ahora logremos mejorar nuestro combate contra el fraude fiscal", agregó, en declaraciones al diario regional Passauer Neue Presse.
Durante los cuatro días del juicio, que suscitó un enorme interés en un país donde el fútbol es el deporte rey, la cantidad de dinero defraudado presuntamente por Hoeness mediante depósitos sin declarar en cuentas de bancos suizos no dejó de aumentar.
Los 3,5 millones de euros iniciales imputados por la fiscalía pasaron a 18,5 millones el lunes y finalmente a 27,2 millones (37,6 millones de dólares), según reconoció el miércoles la defensa del acusado en base a informes de la administración fiscal.
El caso estalló a principios de 2013, cuando la prensa reveló que un importante directivo del mundo del fútbol había ocultado una gran suma de dinero en Suiza.
Uli Hoeness, de 62 años, optó inmediatamente por denunciarse a sí mismo para regularizar su situación mediante el pago de una multa, pero el tribunal mostró sus dudas desde el principio sobre la exhaustividad de su confesión.
Asimismo, la fiscalía estaba convencida de que Hoeness temía ser denunciado en breve por la prensa, que en ese momento no había revelado aún el nombre del presunto defraudador.
- Presidencia del Bayern de Múnich -
Durante el proceso, el presidente del Bayern de Múnich continuó en todo momento al frente del club bávaro gracias al apoyo de sus accionistas, los dirigentes y aficionados. No obstante, la condena a prisión podría cuestionar su continuidad en la presidencia del club más laureado de Alemania.
Hoeness, delantero del Bayern y de la selección alemana que ganó el Mundial de 1974, vio su carrera de jugador arruinada por una lesión.
Retirado de los terrenos de juego a los 27 años, en 1979 se convirtió en entrenador y tres décadas después en presidente del club, del que hizo uno de los más ricos y competitivos del mundo. En la temporada 2012/2013, el club contó con una cifra de negocios récord de 393,9 millones de euros (548,9 millones de dólares).
Antes del escándalo, Uli Hoeness estaba considerado como una autoridad moral en Alemania, donde se apreciaba su vida aparentemente sencilla al lado de su mujer, con la que lleva casado 40 años.
También era un invitado regular de la televisión alemana, y políticamente es cercano a la canciller conservadora Angela Merkel, quien dijo estar "decepcionada" por su comportamiento.
Ironía de la historia, en una de sus últimas famosas "salidas de tono", Hoeness había denunciado en un plató de televisión un proyecto de la izquierda radical de instaurar un impuesto a las grandes fortunas.
"Entonces los ricos irán a Austria o a Suiza, y así no obtendremos nada" de su dinero, aseguró.