Medios de comunicación gubernamentales de China anunciaron que se había condenado a diversas penas, incluyendo la cadena perpetua, a 20 personas, acusadas de "terrorismo" e "incitación a la secesión", en la región mayoritariamente musulmana de Xinjiang (noroeste).
Los personas condenadas estaban acusadas de delitos como la circulación de material religioso considerado extremista o intentos de promover el "separatismo étnico", indicó el portal gubernamental Tianshan, afirmando que habían difundido propaganda favorable al Movimiento Islámico de Turkestán Oriental (ETIM).
Xinjiang es una región de mayoría musulmana, escenario de violencias esporádicas entre la minoría turcohablante de los uigures y los chinos han, etnia mayoritaria en China.
Con apoyo estadounidense, China logró que el ETIM, un movimiento uigur, fuera declarado por la ONU como una organización "terrorista" relacionada con Al Qaida.
El Congreso Mundial Uigur, una organización de defensa de los uigures con sede en Múnich (Alemania) calificó las condenas de estas 20 personas de "instrumento de represión".
"Usaron internet para hablar de religión y de lo importante que es proteger la cultura y la tradición" de los uigures, declaró a la AFP Dilxat Raxit, portavoz del Congreso Mundial.
Más de ocho millones de uigures viven en Xinjiang, muchos de los cuales llevan décadas denunciando la represión cultural y religiosa a la que se consideran sometidos, así como a la inmigración masiva de los han, etnia mayoritaria en China, que, estiman, termina excluyendo a los uigures de la vida económica y de los puestos de trabajo.
Los han pasaron de ser el 6% de la población de Xinjiang al 40% gracias a una política impulsada por Pekín desde los años 1990.
Enfrentamientos entre uigures y hans en julio de 2009 en Urumqi, capital de la región, dejaron casi 200 muertos y más de 1.600 heridos.
A más de 3.000 km al noroeste de Pekín, en la antigua Ruta de la Seda, Xinjiang, una región de 1,66 millones de km2, ocupa la sexta parte del territorio chino.
AFP.