A 122 días para escoger los cuarenta y cinco concejales de Bogotá que representarán a los ciudadanos hasta el año 2020, hoy presentan el mapa político de la corporación donde quedará demostrado que la representación de los líderes con credencial es mínima.
En la sede de la Cámara de Comercio de Bogotá, la Corporación para el Control Social (Contrial) mostrará que el Concejo fue elegido por menos del 33 por ciento de los capitalinos que podían votar en 2011.
Las estadísticas de las últimas elecciones muestran una abstención de 56 por ciento, pero sin los votos que no eligieron a nadie (en blanco, nulos y no marcados sumaron 522.935), el Concejo fue elegido por menos del 33 por ciento de los bogotanos.
“Si a esto le restamos los votos de los concejales que han sido destituidos, aunque han sido reemplazados por otros por la ausencia de silla vacía, el porcentaje de los votos que eligieron es aún menor. Frente a este panorama nos preguntamos: ¿el Concejo de Bogotá a quién representa?”, señaló el documento de Contrial.
Los resultados de la última medición de capital social en Bogotá indican que el 6 por ciento recuerda por cuál candidato votó para el Concejo de Bogotá, el 4 por ciento conoce que salió elegido y el 1 por ciento considera que de todos los cuerpos legislativos (JAL, Concejo Municipal, Cámara y Senado) los concejales son los más cercanos o los representan mejor. Además, el 89 por ciento de los bogotanos no votó para Concejo o lo hizo pero no recuerda por cuál candidato.
Para la Contrial es evidente que hay algunos problemas de la forma como se elige al Concejo: “Primero, los candidatos terminan siendo un número y un logo dentro de un confuso tarjetón, mientras las propuestas programáticas pasan a segundo plano. Segundo, luego de que los candidatos salen elegidos resulta un privilegio para un ciudadano acercarse a un concejal, pues la relación entre representantes y representados es lejana o inexistente, como lo muestran los datos de Bogotá. El ciudadano no sabe quién lo representa, por tanto no puede hacerle seguimiento ni control social, y el concejal tampoco sabe a quién debe rendirle cuentas”.
Para los expertos, estos problemas de legitimidad traen como consecuencia que el Concejo de Bogotá no logra ejercer la función principal de ligar la sociedad con la política y el Estado.
Frente a esta evidente crisis de representación del Concejo, Contrial considera que debería implementarse el Sistema Electoral Mixto que le permite a los ciudadanos identificar quién, individualmente, es el concejal que debería representar a los habitantes y servirá para hacer seguimiento y control social como el llamado a rendir cuentas.
Además, cada concejal que representa un sector permitiría ligar la planeación local que regula el acuerdo 13 del 2000, con presupuestos participativos donde queda lo que quiere la colectividad y sobre qué temas van a llamar a cuentas al elegido.
Las estadísticas de las últimas elecciones muestran una abstención de 56 por ciento. /Archivo ENS