El Proyecto de Acuerdo 473 de 2016, “por medio del cual se autoriza a Bogotá Distrito Capital a enajenar una participación accionaria en la EEB a través de un programa de democratización”, fue aprobado anoche por el Concejo tras una larga sesión que terminó a las 10:49.
31 cabildantes votaron por el sí y 12 lo hicieron por el no, con lo que el Distrito pasará de tener un 75% de participación en la Empresa, a un 56%, una vez sea enajenada.
La administración de Enrique Peñalosa aspira a recaudar unos $4 billones para destinarlos a obras de infraestructura que agilicen la movilidad en la capital del país, entre ellas Avenida Longitudinal de Occidente (límites de Soacha-Chía y Chusacá), Avenida Ferrocarril del Norte y sur, Calle 13 y troncal Avenida Boyacá.
La ponencia negativa de Holman Morris, quien en cada una de sus intervenciones insistió en que ese no era un buen negocio, fue derrotada.
También mediante un Derecho de Petición Verbal solicitó que la Contraloría Distrital avalara si en el informe que presentó la Secretaría de Hacienda sobre la venta de acciones de la EEB en 125 hojas, en qué parte existe o dice cuánto vale la EEB. Además preguntó en dónde, cómo y cuándo se determina que la EEB debe salir del 20%. Se cuestionó el concejal Morris si este es el mejor momento para vender el 20% de las acciones, justo cuando retrocede la acción.
Al progresista Morris lo acompañaron en su voto negativo los del Polo, Juan Carlos Flores y los concejales de MIRA, así como la literal María Victoria Vargas.
La ponencia positiva fue del coordinador Gutiérrez, quien reiteró que la ciudad ya ha agotado la posibilidad de acudir a otras fuentes de financiación para apalancar el paquete de 8 obras prioritarias que aportarán a la movilidad de la ciudad, por ello, la enajenación del 20% de las acciones que posee el Distrito en la EEB es convenientemente para Bogotá D. C. y no afectará el control que seguirá teniendo como accionista mayoritario.
Igualmente, el concejal Nelson Enrique Cubides, del Partido Conservador, ratificó su ponencia positiva, diciendo que los recursos que se pretenden captar con la enajenación accionaria, vía proceso de democratización, servirán para apalancar las megaobras que necesita la ciudad y con ello, contribuirán al crecimiento de ciertos sectores de la economía y el PIB de Bogotá D. C.
Beatriz Helena Arbeláez Martínez, secretaria de Hacienda Distrital, expresó que este proceso de enajenación accionaria está enmarcado en la ley y en lo que en el Plan Distrital de Desarrollo “Bogotá Mejor para Todos” se denominó gestión de activos, que se requiere hacer para completar el presupuesto necesario para construir las obras que requiere la ciudad.
Antonio Sanguino aseguró que la decisión que se tomó es “equivocada” y dijo que se impusieron las mayorías dóciles a la administración y poco dadas a oír argumentos y explicaciones racionales.
Por su parte, como una medida necesaria para apalancar las obras que necesita la ciudad calificó Juan Martín Caicedo Ferrer, presidente de la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI), la democratización del 20% de las acciones de la Empresa de Energía de Bogotá.