Según Ramírez, el Concejo de Bogotá está siendo asediado de forma inconsecuente, infame y peligrosa, es decir, que se están desconociendo los mecanismos pacíficos para el diálogo y la controversia establecidos por la democracia, para que otros impongan el criterio de la intimidación violenta, razón por la cual reclama cordura ante esta urgente situación.

En el mismo sentido, el cabildante dio a conocer a las autoridades competentes, las evidencias de las recientes amenazas de muerte que también ha recibido por sus posturas en la defensa de los principios y valores, la familia constitucional de hombre y mujer y el derecho a la vida. Resaltó que lo amenazan de muerte evidentemente por su oposición al matrimonio homosexual en Colombia.