Porque actuó como cabildante sin serlo, el concejal Álvaro Caicedo, reconocido por invadir uno de los carriles exclusivos de Transmilenio, tendría que devolver los honorarios de tres años.
“Cumpliré con el concepto sin lugar a duda, pero envié a la Alcaldía Mayor de Bogotá una carta donde solicito que se analice legalmente la posibilidad que el concejal Caicedo le devuelva al Distrito los honorarios recibidos en la época que estuvo ocupando ese cargo en el Cabildo desde el 1° de Enero del 2008 hasta el 23 de Enero de 2011”, señaló la presidenta María Victoria Vargas.
Después de que la procuraduría suspendiera por seis meses al concejal Álvaro Caicedo, el Consejo de Estado falló una demanda interpuesta por el concejal Pedro Pablo Becerra, quien se enfrentó en las urnas con el cabildante Caicedo, asegurando que él era quien había obtenido más votos.
El Consejo de Estado declaró la nulidad de la elección y dijo que “los concejales Álvaro Caicedo y Pedro Pablo Becerra habían quedado empatados en votos y se hizo un sorteo, el 25 de febrero de este año, que lo ganó Becerra”.
Con la renuncia del cabildante Rafael Escrucería, Caicedo según la ley debía ocupar el cargo por ser el segundo en la lista del partido PIN.
“Cuando se presenta una vacante por renuncia se debe llamar al que le siga en la lista, es decir, Álvaro Caicedo, y como el Consejo de Estado había declarado la nulidad de la elección como concejal pues sí podría reemplazar a Escrucería porque legalmente no ha sido concejal, pero cabe resaltar que sí lo fue y que por tres años recibió honorarios como cabildante”, reveló la presidenta del Concejo de Bogotá, María Victoria Vargas.