Pese a que la incertidumbre sobre el futuro de las relaciones entre Colombia y Venezuela sigue latente a raíz de la muerte del presidente Hugo Chávez, el más reciente acuerdo comercial suscrito con el vecino país podría marcar un rumbo menos oscuro.
Se trata del Acuerdo del Alcance Parcial (APP) firmado desde el 28 de noviembre de 2011 en el que se estipula que la mayoría de productos están eximidos de arancel.
El documento, que tuvo su última y definitiva modificación en febrero de 2012, podría ser el salvavidas para evitar que las relaciones comerciales se quiebren, tal como lo vaticinaban algunos gremios.
Tal como lo explicó el Ministerio de Comercio colombiano, con la denuncia por parte de Venezuela del Acuerdo de Cartagena (Comunidad Andina) en abril 22 de 2006, “era necesario establecer un marco legal que regulara la relación comercial bilateral”.
Por ello y al culminar el plazo de cinco años a partir de la denuncia por parte de Venezuela, “cesaron completamente las preferencias arancelarias definidas bajo el esquema de la Comunidad Andina en abril de 2011”.
Flujos de comercio
No obstante, “los flujos de comercio bilateral continuaron beneficiándose mediante concesiones unilaterales otorgadas por parte de Venezuela, mientras que Colombia mantuvo de manera recíproca las preferencias comerciales, de conformidad con la Decisión 746 de la CAN”.
La cartera ministerial aclaró que el Acuerdo incluía cerca de 4.921 líneas de productos para Colombia “y 4.713 para Venezuela. Al 91% de los bienes colombianos no le serán aplicados aranceles, y el restante mantendrá un margen de preferencia fija entre el 40% y el 80%”.
Al tiempo que se protegerán los productos agrícolas sensibles y Colombia incluyó una lista de 111 líneas, con preferencias hasta 33%.
También se conoció que en cuanto a los productos industriales el acuerdo estipula que “las exportaciones anuales promedio representan aproximadamente 3.326 millones de dólares”.
El ministro de Comercio, Sergio Díaz-Granados adujo que el 91% de los intercambios entre ambos países quedarán exentos de arancel desde el momento en que los gobiernos estampen su firma en el acuerdo y “el restante 9%, que corresponde a unas 93 partidas arancelarias, queda con un margen de preferencia fija, entre 40% y 60%”.
Cabe recordar que el AAP reemplazará las normas de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), “mecanismo del que Caracas se apartó definitivamente en abril de 2011, en protesta por los tratados de libre comercio de dos de sus socios, Colombia y Perú, con Estados Unidos”.
Proyectos conjuntos
En enero pasado, ambos países suscribieron un acuerdo de impulso de nuevas vías de comunicación, tal como lo sostuvo en aquel momento el canciller venezolano, Elías Jaua, luego de reunirse con su par colombiana, María Ángela Holguín.
Se trata de un proyecto de estudio de la factibilidad del Puente Tienditas en el Estado Táchira, “que contará con el financiamiento de la Corporación Andina de Fomento (CAF) para impulsar nuevas y modernas vías de comunicación entre ambas naciones”, según lo informó la Unión Latinoamericana de Agencias de Noticias.
De otro lado, los negocios de inversión de gas y petróleo tomaron fuerza desde abril del año pasado cuando las compañías Equión (filial de Ecopetrol) y Chevron programaron iniciar el proceso de perforación de los pozos Mapalé 1 y Mapalé 2, ubicados en el mar Caribe.
Allí se dijo, hay un potencial de recursos que tendrán una inversión de 120 millones de dólares.
En octubre de 2010 también se definió que se daba vía libre fiscal para la financiación de la construcción de “un sistema integrado de transporte masivo de pasajeros para el área metropolitana binacional de Cúcuta, que beneficiará también a la venezolana Ureña y San Antonio”, como lo indicó Holguín.
Su par de Venezuela apoyó lo dicho diciendo que desde ese entonces comenzaba a funcionar la comisión binacional de energía, que buscará “retomar un conjunto de proyectos que se venían trabajando ya en el pasado reciente”.