Con tiro de gracia asesinan cura anglicano | El Nuevo Siglo
Jueves, 13 de Junio de 2013

Luego de concluir la necropsia se estableció que el religioso Germán Giraldo recibió un impacto en el cráneo, con trayectoria de atrás hacia adelante.

En cuanto la otra víctima, identificada como Marco Rodríguez, según el dictamen de Medicina Legal, murió desangrado tras recibir un disparo a la altura de los hombros, de derecha a izquierda.

El instituto forense dijo que las víctimas no presentaban señales de otro tipo de violencia y que el análisis de balística permitirá conocer qué tipo de arma de fuego fue utilizada en los crímenes.

 

Víctimas de un engaño habrían sido asesinados dos miembros de Iglesia Anglicana el martes en la capital del país.

 

El director del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía, seccional Bogotá, Eduardo Saavedra, explicó que fue elaborado el retrato hablado de una de las cuatro personas que iba en el vehículo en donde murieron Germán Augusto Giraldo Orozco, sacerdote de la iglesia anglicana, y Marcos Rodríguez, asesor jurídico de la misma, y donde viajaba también el obispo de la misma congregación Rosendo Úsuga Higuita.

 

De acuerdo con la versión del obispo Úsuga Higuita, en el carro, un Peugeot rojo de placas de BHS 384 donde fueron hallados los cadáveres en la calle 45 D sur con carrera 72, barrio Galicia, al suroccidente de Bogotá, había cuatro personas.

 

La idea es lograr entrevistar al cuarto individuo, identificado como Miller Arley Silva Enciso, para aclarar los hechos porque él habría sido el enlace para llevar a los representantes de este credo cristiano hasta Villavicencio, explicó Saavedra.

 

Al parecer, convenció a Giraldo de que unos campesinos de la capital del Meta habían encontrado una caleta con dólares y tarjetas de la desaparecida pirámide de estafadores DMG.

 

Saavedra añadió que los campesinos estarían pidiendo 200 millones de pesos para hacer el aporte a la Iglesia Anglicana de lo hallado en la caleta.

El cuarto hombre, Silva, de quien se dio a conocer el retrato hablado, era el vigilante del sector donde vivía el sacerdote Giraldo y era conocido suyo. Precisamente fue Giraldo la persona que consiguió 175 millones de pesos la semana anterior y en la presente  completó los 25 millones que les hacían falta.

 

Sobre el dinero, que no ha aparecido, el director seccional del CTI señaló que “el señor obispo no ha constatado la existencia del dinero. Dijo que había tres maletas; pero luego, por la forma como ocurrieron los hechos, no pudo verificar o constatar la materialización de este dinero”.