En el tercer trimestre, España salió tímidamente de la recesión con una vuelta al crecimiento lastrada por una demanda interior que sigue al ralentí en un país minado por el desempleo e inmerso en una política de austeridad sin precedentes.
La cuarta economía de la zona euro registró un crecimiento del 0,1% de su producto interior bruto (PIB), según las cifras provisionales publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Doblemente golpeada en 2008 por el estallido de su burbuja inmobiliaria y la crisis financiera internacional, el país había caído en 2011 en su segunda recesión en cinco años.
Esta tímida salida de la recesión se ha sostenido por el "aporte positivo" de las exportaciones aunque sigue lastrada por una demanda interna muy débil, explicó el INE.
Pese a la reanudación del crecimiento, la tasa de desempleo se mantiene en una de las más altas de la zona euro, después de Grecia, con un 25,98% en el tercer trimestre, que escalaba hasta el 54,39% entre los jóvenes.
Foco de las tensiones en 2012, dada la probabilidad de un rescate global de su economía después del realizado a su sector bancario, España disfruta en los últimos meses de cierta tranquilidad en los mercados, en parte sostenida por unos indicadores macroeconómicos que mejoran poco a poco.
Aprovechando el dinamismo de sus exportaciones, cuyo volumen aumentó en un 6,6% entre enero y agosto, el déficit comercial de España se ha paliado en este periodo, reduciéndose un 64,1%.
"Lo peor ha pasado" en términos de recesión, afirma Rafael Pampillón, director del departamento de análisis económico de la escuela de comercio IE Business School.
En su opinión, la vuelta al crecimiento "se asienta sobre bases muy sólidas", especialmente por las exportaciones que crecen "gracias a una economía más competitiva que antes de la crisis" con unos costes laborales más bajos./AFP