En Colombia ha crecido el número de accidentes de tránsito ficticios ocasionados por carros, motos, pacientes y accidentes fantasmas, modalidad que se ha consolidado en los últimos años.
Bajo este contexto, iQ Outsourcing, empresa de tercerización de procesos de información y tecnologías vanguardistas, presentó un estudio en el cual se reconocen perfiles fraudulentos en usuarios del SOAT.
Al momento de ver si los hombres o las mujeres son más fraudulentos, se evidencia que esta problemática se presenta en ambos grupos poblacionales en proporciones similares. Sin embargo, al ser mayor la cantidad de hombres que de mujeres involucrados en accidentes de tránsito (alrededor del 65% de lesionados en accidentes son hombres), hace que un grupo importante de fraudes se concentre en el segmento de varones.
Adicionalmente, considerando que la gran mayoría de conductores de motos (el tipo de vehículo con mayor asociación de fraudes) son hombres, las cifras de fraudes aumentan en este género.
Se identificó que la costa Atlántica colombiana es la zona que está más asociada a fraudes relacionados con el SOAT, una problemática que se destaca en ciudades como Barranquilla, Cartagena, Montería, Santa Marta y Valledupar, las cuales cuentan con mayor cantidad de procesos de este tipo. Cali, también presenta altos índices de faltas al Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito.
Falta masiva y transversal
Los casos de menores se asocian a los accidentes de tránsito en el que se ven afectados los acompañantes. En este tipo de situaciones, se presentan reclamaciones del SOAT por otros motivos que no tienen que ver con el accidente que se reporta y se ha identificado que son jóvenes que no están afiliados a una EPS, no cuentan con un servicio de salud formal y ante una urgencia, los padres o responsables, reportan la lesión como un accidente de tránsito.
En las personas mayores se presenta una situación similar, no están afiliados a una entidad de salud y es una población que está expuesta a situaciones de caídas, fracturas, luxaciones y traumatismos del sistema óseo, escenarios que se presentan en condiciones que no están relacionadas con los accidentes de tránsito, y en cambio, sí están asociadas a otras enfermedades. Al existir esta carencia, las personas mayores dicen haber sufrido un accidente de tránsito para que sea el SOAT el que responda por la enfermedad.
Por su parte, los individuos entre los 20 y los 30 años son los que estadísticamente más se accidentan en motos: de cada 100 accidentes 62 involucran a población en este rango de edad, al ser uno de los grupos en los que se concentra la mayor población que se desplaza en estos vehículos. Es importante aclarar que lo anterior no significa que sea la población más fraudulenta.
Las motos, un tema preocupante
Las motocicletas son el vehículo que está más asociado a casos fraudulentos en el SOAT. En Colombia, de acuerdo con el parque automotor inscrito en el Registro Único Nacional de Tránsito, RUNT, hay 12.283.401 vehículos, de los cuales el 55,6% son motocicletas.
El alto número de personas que se movilizan a nivel nacional en este medio de transporte y la falta de cobertura de salud de algunos propietarios hacen que el SOAT se convierta en un reemplazo de la EPS, incluso lo ven como una alternativa más rápida.
Las tipologías más comunes asociadas a este delito son aquellas en las que se reclama cuando no ha existido un accidente de tránsito, servicios no prestados, la presentación de documentos inconsistentes como pólizas SOAT que no corresponden al lugar donde ocurrió el accidente, doble facturación por un mismo siniestro, pólizas duplicadas o falsas, además de servicios prestados en instituciones no acreditadas, entre otras.