Suspendidos bajo el cielo embovedado del Museo Santa Clara, un conjunto de paños a crochet vitrificados nos llevan al pasado para evocar el patio interior del convento. En este espacio, las novicias meditaban, trabajaban y, posiblemente, a pesar de estar en clausura, daban rienda suelta a su imaginación a través del tejido, oficio en el que la mujer andina siempre ha estado presente.
Esta es la obra “Patio interior” que la artista chilena Loreto Buttazzoni presenta en el Museo Santa Clara, una intervención compuesta con alrededor de cuatrocientos paños a crochet vitrificados por la artista y que recrearán los arcos y las columnas del desaparecido claustro del Real Monasterio de Santa Clara en el siglo XVII, hoy Museo Santa Clara y joya de la arquitectura barroca en Bogotá.
En este sentido, la intervención de Buttazzoni es una reflexión frente a lo que significa el ejercicio creativo en espacios de reclusión, estableciendo un diálogo entre el oficio del tejido, desarrollado en los conventos femeninos coloniales en el siglo XVIII; y la labor de tejer, ejercida actualmente por las mujeres de Santiago de Chile.
En su taller, Buttazzoni transforma los tejidos de este grupo de mujeres chilenas mediante un proceso de porcelanización. Para ello, sumerge cada paño en porcelana líquida y luego los quema a fuego lento en un horno cerámico. En este proceso se desvanecen los hilos, quedando solo las huellas de un oficio del pasado. Pero la transformación no solo es material, también es simbólica, pues al porcelanizar los paños a crochet, objetos cotidianos y domésticos, estos se convierten en una obra de arte, en piezas que conservan la memoria de los saberes de las comunidades prehispánicas de los Andes y la herencia proveniente del mundo árabe traída desde España en la época colonial.
“Con Patio interior he intentado sintetizar una herencia cultural, pero también he querido visibilizar la extinción de ciertas labores manuales como el crochet y oficios como la fabricación de porcelana. Mi trabajo tiene que ver con la nostalgia por un mundo que va dejando en el olvido las manos y su hacer a cambio de una veneración ante lo inmediato y lo instantaneo”, afirma Buttazzoni, emocionada por su primera exposición individual en Colombia.
Planteando, desde la estética contemporánea, una lectura de la historia del exconvento de Santa Clara, esta intervención busca llevar a los visitantes del Museo nuevas formas de aproximarse al pasado colonial. Como es usual, la exposición se verá acompañada por talleres, conferencias y visitas especializadas que serán parte de la agenda educativa relacionada con la muestra.
Loreto Buttazzoni, Licenciada en Historia de la Universidad Católica (1997), se formó en artes visuales en el Palazzo Spinelli (Florencia, Italia,1998) y en la Universidad de Harvard (Estados Unidos). En 2011, la Asociación Internacional de Críticos de Arte, AICA, destacó su obra Pájaro del mismo tipo se encuentra en el mismo bosque. En octubre de 2015, curó la primera colectiva realizada en Chile en torno a la porcelana: Mano de Obra, de la fascinación a la acción, que montó en la Sala Gasco (Santiago de Chile), y en la que también participó como artista. Allí presentó por primera vez un trabajo que une crochet y porcelana, la instalación: Mujeres que conversan. En marzo de 2017, presentó en el Espacio de Arte Contemporáneo, EAC, de Montevideo, Uruguay, esta obra que ahora se aprecia en Bogotá.