La infraestructura vial se constituye hoy como el talón de Aquiles del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y de otros que vienen en camino, situación que podría restarle impulso al intercambio comercial y al crecimiento económico, sentenció el presidente de la Federación Colombiana de Transportadores de Carga por Carretera (Colfecar) Jaime Sorzano.
Indicó que los empresarios del transporte reportan ingentes pérdidas por la dificultad para llegar o salir de los puertos y que, al paso en que va el país, el TLC no será más que un espejismo. Sostuvo que ahora más que nunca se hace necesario implementar con el acuerdo comercial todo lo previsto en la Agenda Interna.
Expresó que las condiciones en carreteras no están dadas para que fluya el comercio e instó al Ejecutivo a trabajar en una agenda especial para inyectarle todo el componente de competitividad al asunto, porque con el TLC no se está jugando y menos con el nuevo socio de tan alta exigencia.
El dirigente gremial lamentó las demoras en las vías en construcción como Bogotá-Girardot y Buenaventura-Palmira y el deterioro de otras que prácticamente aislaron regiones del centro del país y los puertos, como es el caso deplorable de Cúcuta y Norte de Santander.
En diálogo con EL NUEVO SIGLO, Sorzano expresó que los costos de operación saltaron de 21 millones de pesos a 29.9 millones, factor que pesa en el cruce de pérdidas y ganancias.
“Los transportadores estamos saltando matones, nos volvimos expertos en hacerle el quite a los accidentes e imprevistos de carretera”, afirmó.
Cuestionó la falta de atención por parte del Gobierno que no actúa con celeridad, más cuando hay vías que están en estados precarios. Dijo que no entiende porqué no hay soluciones para carreteras trascendentales como la del Magdalena Medio, los Llanos orientales, Antioquia, las de los pasos de frontera y otras que tienen en promedio un rezago de más de sesenta años.
“Estas vías dan pena, dolor y lástima. Así es muy difícil hablar de un acuerdo comercial o de renovar el intercambio con Venezuela, porque las vías principales se quedaron en un atraso inconmensurable por desidia, olvido y corrupción”, declaró.
Con todo y los problemas, el transporte de carga reportó un crecimiento de 8.3 por ciento al pasar de 129.8 a 140.5 millones de toneladas transportadas. El mejor comportamiento estuvo indexado por sectores como el petrolero y el del carbón.