Consciente de la importancia de la cartografía en el país y de la necesidad de actualizar las herramientas para producirla, la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín quiere ser pionera en el uso de esta tecnología con fines académicos.
Por tal motivo, la Institución organizó el curso “Aplicación de los vehículos aéreos no tripulados para la generación de productos cartográficos”.
La capacidad de los dos ingenieros invitados sumada a la experiencia del Laboratorio de Geomática “nos da la posibilidad de ofrecerle a la región y el país esta tecnología desde las ciencias agrarias”, dijo el profesor del Departamento de Ciencias Forestales, Luis Jairo Toro Restrepo.
El Laboratorio, creado en 1950 de la mano del pregrado en Ingeniería Forestal, se ha ocupado en obtener mediciones del terreno y ha producido cartografía en la región utilizando fotografías aéreas e imágenes satelitales. Ahora, la idea es aprovechar la tecnología de los vehículos aéreos no tripulados para desmitificar la obtención de estas imágenes como un proceso supra especializado. Profesionales de diferentes áreas, tales como ingenieros ambientales, civiles, geólogos, forestales, biólogos y zootecnistas, entre otros, podrían aprovecharla.
“Es la primera vez que este curso se ofrece desde la parte ambiental y agraria. El territorio que manejan estas áreas es muy grande y no se puede abarcar todo desde el suelo, porque el terreno no se lo permite, entonces debemos mirar el espacio desde arriba y por eso el dron se constituye en una herramienta de punta necesaria en fotogrametría y generación de un modelo digital del terreno para obtener cartografía con precisión”, indicó el profesor Toro.
Según el ingeniero topográfico Miguel Idrobo, representante de la empresa GeoProcess, en el país hay un atraso en cartografía que ronda los 30 años y aunque se tienen imágenes satelitales, las condiciones de nubosidad propias del trópico dificultan obtener información precisa.
“Hay zonas como el Amazonas, la Orinoquía, algunas áreas del Pacífico y otras donde no existe cartografía, porque son de difícil acceso y estos procesos de actualización cartográfica requieren muchos recursos financieros. Es precisamente ahí donde los vehículos aéreos no tripulados podrían ser un gran apoyo para obtener información”, resaltó el ingeniero.
A propósito del tema, el ingeniero Antonio Iturbe Posadas, director de Innovación y Aplicación Geoespacial del Centro de Aplicación y Enseñanza Geoespacial Civil de México, que trabaja junto con el también ingeniero Idrobo, indicó que el uso de esta tecnología para el contexto geográfico de América Latina representa ventajas significativas además de una valiosa oportunidad.
“Los mapas son importantes, ayudan a resolver problemas, disminuir costos y generar negocios de forma más productiva. En el caso de la Ingeniería Forestal y similares, los vehículos aéreos no tripulados permiten conocer los recursos de una determinada área o los daños tras un desastre natural y la mayor ventaja es la obtención de información en tiempo real que facilite la toma de decisiones”, dijo el ingeniero Iturbe Posadas.
En Colombia, la Aeronáutica Civil reglamentó el uso de aeronaves pilotadas a distancia con fines diferentes a los recreativos y deportivos mediante la Circular Reglamentaria 002. Entre los puntos sobresalientes están que el peso máximo sea de 25 kg., que debe tener equipamiento de piloto automático y GPS, un motor que no genere exceso de ruido ni contaminación y una placa de identificación, entre otras.