Con el fin de compartir las experiencias que han tenido países centroamericanos en la construcción de la paz tras largos conflictos armados, hoy y mañana se desarrollará en Bogotá el “Foro Internacional - Mujeres, participación política y procesos de paz: Experiencias de Colombia, El Salvador y Guatemala a la luz de la resolución 1325 de las Naciones Unidas”.
El encuentro busca generar un espacio para compartir las experiencias de estos países en relación con la construcción de paz, el postconflicto, la conflictividad socio-ambiental y la participación política de las mujeres en escenarios de conflicto armado y postconflicto.
Estarán presentes Dewi Suralaga, Irina Silber, Morena Herrera, Cecilia López, Nery Arley Díaz, entre otras personas expertas, diputadas, ex combatientes, hombres y mujeres de Guatemala y El Salvador, cuyos aportes fueron fundamentales en momentos de transición hacia la paz en estos países. Este espacio permitirá desde una mirada regional, establecer un análisis e intercambio para identificar posibles escenarios y estrategias para la efectiva aplicación de la Resolución 1325, la cual insta a los estados miembros a velar porque aumente la representación de la mujer en todos los niveles de adopción de decisiones de las instituciones y mecanismos nacionales, regionales e internacionales para la prevención, la gestión y la solución de conflictos.
Los temas a tratar durante el evento serán: participación política de las mujeres en escenarios de conflicto y postconflicto; situación de la Resolución 1325 en Guatemala, Colombia y El Salvador; justicia transicional; derechos de las víctimas; reintegración de excombatientes; conflictividad socio-ambiental y su afectación sobre las mujeres.
El Foro es liderado por la Red Nacional de Mujeres, el Proyecto de Diálogo Democrático para la Seguridad Ambiental, Cordaid y Netherlands Institute for Multiparty Democracy.
Una de las críticas que se han escuchado al proceso de paz que adelanta el Gobierno con las Farc en Cuba es la poca participación que se le ha dado a la mujer, pues entre los negociadores del Ejecutivo no hay una sola de ellas.