Premiado para que se esclarezca el escándalo de presunta corrupción que sacude a su partido, el jefe de gobierno español, el conservador Mariano Rajoy, se explica hoy ante un parlamento que le exige no esquivar el tema hablando de la crisis económica.
Bajo creciente presión desde que en enero su nombre se vio envuelto en un caso de presunta contabilidad oculta en el seno del Partido Popular (PP), Rajoy aceptó finalmente comparecer ante la cámara baja, donde dispone de una amplia mayoría absoluta.
"Lo que quiero es darle explicaciones, contarle lo que ha ocurrido y cuál es mi versión, que creo que también es necesaria, al conjunto de los ciudadanos", afirmó hace diez días al anunciar su muy meditada decisión.
Imputado en el denominado "caso Gürtel", una presunta trama de corrupción que salpica a la derecha española desde hace más de tres años, el cáustico Luis Bárcenas, gerente y tesorero del PP de 1990 a 2009, fue hundiendo la imagen de la formación a medida que se agravaban sus problemas con la justicia.
Investigado por tener 47 millones de euros en cuentas en Suiza, este controvertido personaje reconoció, tras haberlo negado mucho tiempo, haber recibido durante años donaciones de empresarios que luego distribuyó como sobresueldos no declarados a líderes de la formación.
Y aunque hasta hace poco había mantenido a Rajoy al margen del escándalo, lo implicó directamente ante la justicia y el diario conservador El Mundo después de entrar en prisión preventiva a finales de junio por fraude fiscal.
El rotativo calculó recientemente que el ahora jefe de gobierno recibió un total de 343.700 euros durante dos décadas de manos de Bárcenas, precisando unas acusaciones que Rajoy ya había negado rotundamente en febrero./AFP