Expertos consultados proponen varias fórmulas como la mediación de los países garantes, pactar un nuevo cese al fuego que también incluya las hostilidades o, incluso, que los integrantes de esta guerrilla se concentren en determinadas zonas con la veeduría internacional

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En su peor crisis ingresó este miércoles el proceso de paz con el Eln en cerca de un año de tratativas. El presidente Santos ordenó al jefe de su equipo negociador, el exvicepresidente Gustavo Bell, regresar de Quito (Ecuador) a Bogotá para evaluar el futuro del mismo, reaccionando de esta forma el Gobierno a cuatro ataques contra la infraestructura petrolera que ejecutó esta guerrilla en los departamentos de Boyacá, Casanare y Arauca, poco después de que finalizara la vigencia del cese el fuego bilateral que operó durante tres meses y horas antes del inicio del quinto ciclo de conversaciones, el cual fue suspendido por estos hechos.

Precisamente se esperaba que en la reunión que abría el quinto ciclo en Quito, las partes discutirán la prórroga del cese el fuego bilateral, como previamente manifestaron esa intención el Gobierno y el Eln, aunque con ajustes porque los dos coincidieron en que el que acaba de terminar presentó varias falencias.

Ahora el proceso entra en el congelador a la espera de que el Gobierno haga la evaluación del futuro del mismo. Sin embargo el Eln  exigió una rápida decisión o amenazó con levantarse de la mesa.

Expertos consultados por EL NUEVO SIGLO coincidieron en que el proceso con el Eln se puede salvar, pero hay que hacer ajustes de fondo justo en este momento de crisis.

El exprocurador Jaime Bernal Cuéllar, quien participó en algunos acercamientos que hicieron anteriores gobiernos con el Eln, dijo que “debe buscarse una fórmula de un cese de hostilidades sin límites en cuanto a la fecha de terminación, o sea no solamente es el cese al fuego, que me parece que esa fue una postura incompleta, aunque positiva, cuando se hizo el cese al fuego. Lo que se habla es de cese de hostilidades donde se incluya el no secuestro, donde se incluya no atentados a la naturaleza, a los oleoductos y poner un poco ese condicionamiento a los demás temas de diálogo porque parece que no tiene presentación estar en un enfrentamiento armado violando derechos fundamentales y en bien de eso estar dialogando”.

Bernal remarcó que “el Ejército de Liberación debe tomar conciencia de que ese es el punto fundamental y no continuar la agenda si no se determina ese punto”.

En tanto que Ariel Ávila, subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, dijo que “lo que hay que garantizar es que no se sigan cometiendo acciones armadas mientras los países garantes restablecen la comunicación y se crea el nuevo cese bilateral o se hacen los ajustes que se requerían. Pero lo importante es garantizar al menos un cese al fuego bilateral no oficial, llamémoslo así. Que pare las acciones armadas el Eln, se negocie en 20 días el nuevo y se salga hacia adelante. Esa es la única para garantizar el cese bilateral, pero no está fácil”.

Ávila explicó que “la propia mesa de negociación tiene claramente los mecanismos para solucionar las crisis. Noruega y Cuba como países garantes pueden convocar a los negociadores en una de estas crisis y crear un mecanismo de diálogo. Lo bueno es que la mesa prevé los trámites en casos de crisis como este. No es que haya que crear un espacio, ese ya está creado”.

En tanto que el senador uribista Alfredo Rangel dijo que “me parece que la única forma de darle seriedad, legitimidad y eficacia a esos diálogos es que el Gobierno ponga unas condiciones para que esos diálogos sean serios. La primera de ellas sería exigirle al Eln que suspenda todas sus actividades violentas contra la población civil y contra la Fuerza Pública, y se concentre en algunas regiones del país con todos sus hombres y todas sus armas para garantizar que haya una negociación en paz y no en medio del terrorismo. Esa sería la única forma de darle eficacia a los diálogos, seriedad y apoyo de la opinión pública”.

Sobre las zonas en donde se concentraría el Eln, Rangel dijo que “un acompañamiento internacional sería muy eficaz para garantizar que haya plena seguridad para los miembros del Eln concentrados en esas regiones y al mismo tiempo garantías que la población civil de esos lugares no va a ser afectada”.

Hablan las partes

El presidente Santos indicó ayer que “el Gobierno Nacional deplora la decisión del Eln de reanudar sus ataques terroristas contra la población civil, las Fuerzas Armadas y la infraestructura”.

Añadió que “ante esta situación he conversado con el jefe de la Delegación del Gobierno en Quito, doctor Gustavo Bell, para que regrese de inmediato para evaluar el futuro del proceso”.

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El Jefe de Estado advirtió que “le reiteré esta mañana (ayer) a nuestras Fuerzas Armadas la orden de actuar con contundencia para responder a esta agresión y proteger la vida y honra de los colombianos”.

Por su parte el jefe negociador en Quito del Eln, Pablo Beltrán, indicó en Twitter que “esperaremos una pronta respuesta del Gobierno para solucionar la crisis, si no hay una pronta respuesta, la delegación del Eln se retiraría“.

Además, Beltrán señaló que los ataques en cuestión ocurrieron por la “compleja situación de conflicto que sufre el país”.

Reacciones

Varios candidatos y precandidatos presidenciales reaccionaron ayer tras estallar esta crisis en el proceso de paz con el Eln.

El candidato liberal Humberto De la Calle dijo “como colombiano rechazo contundentemente los actos terroristas del Eln. Les exijo seriedad y respetar lo acordado, y al Gobierno no desanimarse y seguir con los diálogos que son el mejor camino para la paz”.

Por su parte el precandidato Germán Vargas Lleras dijo “no es con amenazas, con actos terroristas o con más dolor y muerte que el Eln le debe pedir al país que el cese al fuego se mantenga. Son las acciones de estos grupos lo que extingue la voluntad de paz y las negociaciones y no otra cosa”.

Mientras que el candidato del Centro Democrático, el senador Iván Duque, indicó que  “la Fuerza Pública no puede seguir paralizada mientras el Eln comete masacres y recluta niños, lo que constituye violación a las obligaciones del Estado colombiano en materia de garantía de los derechos humanos”.

También reaccionó la precandidata Marta Lucía Ramírez señalando que “siempre he insistido que, si no hay una negociación con condiciones serias, lo que tendremos es un proceso de claudicación del Estado de Derecho colombiano”.

El exprocurador y candidato por firmas Alejandro Ordóñez dijo que “si el Eln realmente quiere paz pues que deje de matar, de secuestrar, de extorsionar y que entregue las armas. Eso debería pedir sus cómplices de izquierda, que hoy reclaman a gritos la ampliación del cese bilateral. Sin autoridad no hay nada. La paz es fruto de la justicia”.

El candidato de la coalición del Partido Verde, el Polo y Compromiso Ciudadano, Sergio Fajardo, dijo que “el ELN pretende tener ‘demostración’ de un poder que no han tenido, no tienen ni tendrán”.

Mientras que el precandidato Gustavo Petro anotó que “no se dejen ganar de las armas y la ceguera, de los odios que han envenenado la historia de Colombia. El único camino decente es la paz, señores del Eln”.

 

Viene Guterres

Este fin de semana llegará a Colombia el secretario de ONU, Antonio Guterres, para apoyar los esfuerzos de paz, coincidiendo con la crisis que se produjo en la negociación con el Eln.

Guterres se reunirá con el presidente Juan Manuel Santos y con líderes de la ex guerrilla de las FARC y representantes de la Iglesia católica en Bogotá. Viajará también al departamento de Meta para visitar una zona de reintegración de excombatientes.

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