¿Cómo reutilizar la cada día más escasa agua? | El Nuevo Siglo
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Miércoles, 30 de Agosto de 2017
Redacción Nacional

Líderes mundiales, especialistas del agua, profesionales del desarrollo, autoridades encargadas de formular políticas y un astronauta se han dado cita en Estocolmo para intercambiar durante una semana en torno a la manera de usar mejor y reutilizar el agua dulce, que es cada vez más escasa en el mundo.

A medida que se sienten las presiones de las poblaciones en crecimiento y el descenso en la cantidad de agua dulce disponible, las autoridades encargadas de formular políticas, las empresas y los ciudadanos se dan cuenta cada vez más de que necesitamos convertirnos en usuarios más eficientes del agua.

“La Semana Mundial del Agua es un lugar de reunión clave para la comunidad del agua y el desarrollo; aquí es donde nos juntamos y nos aseguramos de que avancen las mejores ideas”, declaró el director ejecutivo de SIWI, Torgny Holmgren.

El represente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Peter Thomson, dijo que los recursos del agua y climáticos del mundo son el “fundamento de nuestra existencia” y expresó que “sin la administración adecuada de ese fundamento, la agenda de desarrollo sostenible de 2030 obviamente no va a ningún lado. Porque sin el fundamento no podemos existir”.

Christer Fuglesang, astronauta y miembro de la Real Academia de Ciencias de Suecia, describió los intrincados sistemas de reutilización del agua que son necesarios durante las misiones espaciales, que permiten cultivar comida a bordo y aseguran una fuente de agua potable, lo que ayuda a fundamentar las investigaciones y a optimizar los métodos para lograr una mayor eficiencia en el uso del agua en la tierra.

“El tema de la Semana, Agua y residuos: reducción y reutilización, toca el centro mismo de nuestras vidas diarias. Para lograr una reducción, serán necesarios ciertos cambios drásticos, especialmente de parte de los principales usuarios del agua, como industrias, productores de energía y el sector de la agricultura”, expresó Torgny Holmgren de SIWI.

Stephen McCaffrey, ganador del Premio del Agua de Estocolmo de 2017 y profesor de derecho del agua, habló sobre la necesidad de cooperación y diplomacia del agua. Dijo que, aunque existen los ingredientes para eventuales conflictos por el agua, como una mayor presión de la población, el cambio climático y el hecho de que una gran parte del agua dulce sea compartida por dos o más países, los estudios demuestran que es más probable que compartir el agua lleve a la cooperación que al conflicto.

Por su parte, el Banco Mundial dijo que la estabilidad política y el crecimiento económico del Medio Oriente y el norte de África podría depender del mejor manejo de sus escasos recursos de agua.

Con pobre acceso al agua y malas condiciones de sanidad, la región sufre pérdidas anuales de unos 21.000 millones de dólares, según el informe, publicado en durante la “Semana del agua”, que se celebra en Estocolmo.

Esa estimación incluye costos de salud y pérdida de productividad debido a enfermedades y muerte prematura por dolencias asociadas al agua, dijo Anders Jagerskog, especialista del BM.

La escasez de agua puede además desatar conflictos, según el informe.

La “fragilidad y el conflicto” en la región puede ser por “la incapacidad de los gobiernos en manejar la escasez de agua”, dijo Claudia Sadoff, líder del estudio.

En Colombia, el Ministerio de Ambiente continúa trabajando por la conservación y el manejo racional del agua. Según Luz Hicela Mosquera, directora de Gestión Integral del Recurso Hídrico de esa cartera, se han construido y consolidado escenarios para la aplicación de las políticas de gestión integral de este recurso propuestas por el país, lo que “ha permitido identificar dificultades y necesidades de ajustes que permitan garantizar de manera objetiva el balance entre la oferta y la demanda del agua”.

Mosquera señaló que otro logro importante ha sido la instalación del Consejo Nacional del Agua, que reúne distintas entidades del Estado cuyas acciones están enfocadas a conservar el recurso hídrico que demandan. En dicho ejercicio, “un factor determinante es: cómo vemos, asumimos y apropiamos la gestión del agua; no solamente desde la institucionalidad, sino también desde el saber tradicional que también se convierte en un elemento de gestión”.