Con los resultados preliminares del informe cafetero, la renovación cercana al 50% en la dirigencia tras las elecciones, y el aumento de representación de las Dignidades en el gremio, comienza a forjarse la nueva ruta para el sector.
Por un lado, la Misión de Estudios para la Competitividad de la Caficultura, liderada por Juan José Echavarría, puso en evidencia el secreto a gritos de las necesidades del sector –controvertidas por muchos- como la urgencia de fortalecer la partición de Colombia en los mercados nacionales: “si no cambiamos vamos a seguir perdiendo espacio y perder de los caficultores (…) el café es el producto con mayores ventajas comparativas”, dijo en medios Echavarría.
A renglón seguido, el estudio especifica que “solo con una caficultora rentable se va a mejorar la económica. Lo importante es erradicar la pobreza en zonas cafeteras”.
El tercero de los 10 puntos indica que se debe aumentar la productividad y rentabilidad, pues no existe una solución única de café en Colombia.
Le sigue la necesidad de fortalecer los comités departamentales y la caficultora regional. “Una caficultora rentable tendrá que surgir desde las regiones. Hay que descentralizar el poder en el mundo cafetero”.
Regulaciones
En el quinto lugar se expone la petición de un mayor compromiso del Estado con el sector cafetero. Es el responsable de la infraestructura, y diseño de la política cafetera. “Hoy hay un comité nacional donde está el Estado y los cafeteros pero nadie responde”.
Además se pide flexibilizar la regulación del café. “Somos el país con más regulaciones al respecto hay serie de mecanismos que permiten cuidar un café a la hora de comercializarlo”.
Como séptimo punto se solicita eliminar el conflicto de interés entre la regulación y exportación de café en Colombia. “Antes era importante una entidad que manejara las exportaciones, hoy es importante que los privados y el mundo de los empresarios pueda entrar con mayor fortaleza”.
Después se indica que los recursos parafiscales no deben financiar las actividades comerciales, “y que es importante generar más y mejores prácticas agrícolas para obtener una caficultora sostenible”.
El último punto del Informe, que será entregado formalmente al gobierno con leves modificaciones en 20 días, expone que la garantía de compra debe existir donde no exista competencia en café, “es decir, mantenerse en los lugares donde existe evidencia clara de falta de mercado. Es importante saber que es lo social y lo comercial”.
Sin embargo dichas conclusiones se conocieron parcialmente dos días antes de la presentación oficial y el gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, Luis Genaro Muñoz Ortega, fue el encargado de manifestar su inconformismo.
“La misión encabezada por el economista Juan José Echavarría divulgó un extenso informe preliminar en el cual la imprecisión, el sesgo ideológico, el creer que al dividir una estructura se fortalece, desconoce con total impunidad la solidez y el arraigo de la institucionalidad cafetera y en particular el valor que para los cafeteros tienen, entre otros activos, los bienes públicos sectoriales como la garantía de compra, el Servicio de Extensión y el valor de la calidad y la diferenciación del café colombiano”, comentó Muñoz.
Ante ello, Echeverri expresó su malestar por la filtración de dichas conclusiones y criticó que se había llegado a un ‘pacto’ para no citar el documento hasta el día de la presentación. “Eso no se hace, es un mal ejemplo para los caficultores del país”, concluyó Echeverri.
Representatividad
Paradójicamente, la investigación produjo una especie de ‘reconciliación’ entre las Dignidades y la Federación, distanciadas tradicionalmente por la representatividad. Esto ya que ambos coincidieron en que el documento no se ajustaba a la realidad sobre el futuro de los subsidios cafeteros, la permanencia en la garantía de compra y financiación de actividades de comercialización.
A estas diferencias se le suma por el otro lado el hecho de que en el caso de las elecciones cafeteras de 2014, se presentó una renovación cercana al 50% en la dirigencia del país, tanto en los Comités Departamentales como en los Comités Municipales de Cafeteros, cuando en 2010 la renovación alcanzada para Comités Departamentales fue del 37%.
En ello, los resultados de las Dignidades los hace merecedores de varios cargos directivos evidenciando así el malestar del gremio por la forma en cómo se estaban llevando las riendas en algunas zonas del país, y marcando una nueva hoja de ruta en las decisiones departamentales.