Colocar de nuevo al comercio en el centro de sus relaciones y seguir colaborando en la lucha contra el narcotráfico mexicano a través de una nueva estrategia de seguridad, acordaron ayer los presidentes de Estados Unidos y México, Barack Obama y Enrique Peña.
Los gobernantes se reunieron por primera vez en la capital mexicana y lanzaron el mensaje de que la seguridad dejará de ser el asunto que monopolice la agenda pública entre ambos países, como sucedió durante la mayor parte del mandato del anterior gobernante mexicano, Felipe Calderón.
Nuestra intención es "hacer de la relación una que no sólo centre la atención en un solo tema, sino en una multitemática que nos permita aprovechar las fortalezas y potencialidades", declaró Peña durante una rueda de prensa conjunta.
En su entrevista, celebrada en el Palacio Nacional del centro histórico de Ciudad de México, los mandatarios acordaron priorizar en los próximos años la integración de sus economías para ser más competitivos en el escenario internacional.
Para ello anunciaron la creación de un grupo de alto nivel que coordinará iniciativas económicas, al que se sumará el vicepresidente estadounidense Joe Biden y que arrancará en la segunda mitad del año.
México es el segundo socio comercial de Estados Unidos y ambos países "tienen una de las relaciones económicas más grandes del mundo que ya ha rebasado los 500.000 millones de dólares" al año, destacó Obama.
Cambios
Antes de su llegada, el Gobierno mexicano hizo pública su intención de presentar a Obama su nuevo planteamiento de cooperación para la lucha contra los cárteles narcotraficantes, que durante el mandato de Calderón incrementaron su violencia hasta el punto de que llegaron a registrarse en ese periodo más de 70.000 asesinatos vinculados al crimen organizado.
Respecto a la cooperación que ya existe con Estados Unidos, "a partir de la nueva estrategia lo que hemos buscado es ordenarla, institucionalizarla, establecer canales claros y únicos para esta cooperación", describió Peña.
El Gobierno de México quiere modificar el acceso directo que durante la presidencia de Calderón tuvieron las agencias estadounidenses de seguridad con sus contrapartes mexicanas encargadas del combate a los cárteles narcotraficantes, para que ahora tengan que pasar primero por la poderosa Secretaría de Gobernación, según explicó ayer el propio titular de esa cartera Miguel Ángel Osorio.
Drogas
Obama, cuyo país comparte más de 3.000 kilómetros de frontera con México, expresó su comprensión ante la decisión de cambiar la estrategia y ofreció mantener su colaboración.
"Creo que el presidente Peña Nieto y su equipo están revisando la visión de cómo abordar estas funciones de manera eficiente y colaboraremos de la manera que corresponda para que México se ocupe de sus problemas internamente", prosiguió Obama, que de su lado se comprometió a seguir impulsando una nueva legislación para la venta de armas.
El presidente de Estados Unidos recordó la "excelente" relación que mantuvo con Calderón, a quien apoyó en su despliegue militar contra el narcotráfico con el plan de ayuda conocido como Iniciativa Mérida, que presupuestó 1.900 millones de dólares para sofisticados equipos y entrenamiento.
El Gobierno de Peña está reevaluando el enfoque de ese plan para que esté en sintonía con su nueva estrategia contra el crimen organizado, cuyo principal objetivo es la reducción de la violencia y está fundamentada en un ambicioso programa social de prevención del delito y en mayor coordinación entre todos los niveles de gobierno.
"Combatir al crimen organizado y reducir la violencia no son objetivos que se contraponen. Más bien son objetivos que son parte de una misma estrategia", afirmó Peña, que reconoció el apoyo dado por Washington.
En los primeros cinco meses de gobierno de Peña, los niveles de violencia en el país no se han reducido significativamente respecto al final del mandato de Calderón.
Migración
En cuanto a otro de los temas importantes de la visita, el presidente Obama se declaró "optimista" de que el Congreso apruebe la esperada reforma migratoria para legalizar la situación de unos 11 millones de inmigrantes indocumentados, de los cuales se calcula que dos tercios son de origen mexicano.
"Es un tema de política interna de Estados Unidos y esperamos que tenga éxito", se limitó a decir Peña.
Por la mañana, frente a la embajada estadounidense se concentraron unas 500 personas entre las que habían hombres y niños que dijeron haber sido deportados desde Estados Unidos y que pidieron a Obama que la reforma incluya la reunificación familiar.
Obama partirá hoy a Costa Rica, donde asistirá a una cumbre con líderes centroamericanos y concluirá el sábado su primer viaje a América Latina desde su reelección de noviembre.
Vínculos nicaragüenses
La visita de Obama crea expectativas en torno a cuáles serán los temas de agenda en los que hará énfasis durante su primer viaje a la región, donde ha aumentado el narcotráfico y el crimen organizado, además de la emigración de centroamericanos hacia Estados Unidos.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, quien anunció su presencia en la cumbre de presidentes del SICA con Obama, es uno de los mandatarios de la región en demandar más ayuda financiera de Estados Unidos para enfrentar el narcotráfico.
Estados Unidos, a través de su Iniciativa de Seguridad Regional Centroamericana (CARSI, por siglas en inglés), otorga cada año asistencia financiera a los países de Centroamérica para combatir el narcotráfico internacional y el crimen organizado.
La Casa Blanca señaló hace unos días que Obama no sólo hará énfasis en la seguridad y combate al narcotráfico, sino en proteger los intereses económicos de Estados Unidos, con la extensión de lazos comerciales en los países de la región.
Mañana, Obama tiene previsto participar con la presidenta Chinchilla, de Costa Rica, en un evento empresarial organizado por el Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (Incae) y por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Negocios
Previo a la visita de Obama, la embajadora de Estados Unidos en Nicaragua, Phyllis Power, anunció que el apoyo financiero de su Gobierno a Nicaragua se va a mantener.
"El clima de negocios en Nicaragua ha mejorado, según empresarios estadounidenses", remarcó Power.
Agregó que, a nivel general, el gobierno de Estados Unidos tiene disponibles unos 23 millones de dólares para financiar diversos proyectos en Nicaragua, en particular en el ámbito educativo.
Por su parte, el presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) de Nicaragua, José Aguerri, anunció que en la reunión del SICA propondrán un proyecto de gasoducto, cuya ruta sería desde México hasta Panamá.
De acuerdo con el líder empresarial nicaragüense, el objetivo del proyecto del gasoducto será abaratar los costos de generación de energía en la región centroamericana.
Según las cifras brindadas por el Cosep, la generación de cada kilowatt/hora cuesta entre 17 y 18 centavos de dólar; sin embargo, el costo, en caso de realizarse el proyecto del gasoducto, puede bajar a siete u ocho centavos de dólar.
Derechos humanos
En Nicaragua, unas 160 organizaciones de la sociedad civil y la Confluencia Feminista Mesoamericana dirigieron el martes una carta a los mandatarios de la región, con el fin de solicitar que se aborde la "grave crisis" de derechos humanos en Mesoamérica (mitad meridional de México, Guatemala, Belice, oeste de Honduras, Nicaragua y Costa Rica).
La carta, divulgada en Managua, está dirigida, además de Obama, a los presidentes Peña, Ortega, Chinchilla, Pérez, Lobo, Mauricio Funes (El Salvador) y Ricardo Martinelli (Panamá).
"Hemos documentado un alarmante aumento de la violencia y las violaciones a los derechos humanos, y se constató el rol fundamental que en esta violencia juegan el narcotráfico y el crimen organizado", señalaron los firmantes de la misiva.
De igual forma, llamaron a sus gobiernos a reconocer el fracaso de las políticas de seguridad que han militarizado la seguridad ciudadana, al considerar que agravan el problema al contribuir al "aumento" del sufrimiento humano en la región.
Agregó que es hora de dar un nuevo enfoque al diálogo regional y a la inversión de fondos para atacar desde sus raíces los fundamentos de la violencia, al señalar que el narcotráfico no es la única "causa principal de la inseguridad".
"Otras políticas dañinas provocan de igual forma crecientes niveles de conflictividad y de abusos, mientras la migración forzada y la criminalización de migrantes y defensores y defensoras de derechos humanos continúan dividiendo a familias", apuntaron las organizaciones en la carta.
Los firmantes del documento demandaron a los mandatarios invertir más en educación, facilitar el comercio y aprovechar mejor el tratado de libre comercio entre Centroamérica con Estados Unidos y República Dominicana (DR-Cafta, por sus siglas en inglés).
Parlacen
El Parlamento Centroamericano (Parlacen) saludó en un mensaje enviado desde Managua al presidente Obama por su próxima visita a Centroamérica, por considerar que constituye un "signo positivo" que robustece las relaciones entre ambas partes.
El Parlacen lamentó, sin embargo, su ausencia en la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del SICA ante la "no convocatoria" de Chinchilla, cuyo país ostenta la presidencia pro témpore.
Agregó que esa circunstancia constituye un "obstáculo" a la consolidación de la unidad regional, así como la inobservancia de los fines y principios establecidos en el Protocolo de Tegucigalpa a la Carta de la Organización de Estados Centroamericanos.
El Parlacen exhortó a los jefes de Estado a velar por el estricto cumplimiento del marco jurídico del SICA y brindar el espacio de participación a ese organismo regional, por mandato legal, para el efectivo cumplimiento de sus obligaciones. /Xinhua
Seguridad, en la mira
Aunque la visita se perfila a ser un encuentro en el que ambos gobiernos se han propuesto reactivar otras áreas de la cooperación bilateral, más allá de la seguridad, este será un tema que difícilmente se alejará del panorama porque todavía es un reto garantizarla para las dos administraciones, en el que el estado mexicano continúa en su lucha para erradicar las bandas del crimen organizado.
Analistas creen que ambos gobiernos discutirán el futuro de la Iniciativa Mérida de lucha antidrogas en la cual Estados Unidos ha ayudado a México con unos 1.900 millones de dólares.
"Me parece que ahí hay un interés, un énfasis muy grande de Estados Unidos por vigilar y corregir temas muy importantes que la Iniciativa Mérida no pudo corregir como impunidad y corrupción", dijo el analista José Luis Valdés investigador del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (Cisan) de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam).
El presidente Peña ha planteado una nueva lucha contra el crimen organizado con la creación de una gendarmería nacional, lo que marcaría una diferencia con respecto a la pasada administración que combatió a las bandas de narcotraficantes sacando al ejército a las calles.
El saldo después de más de seis años de lucha contra el crimen organizado es de más de 70.000 víctimas, según cifras oficiales.
Economía
El presidente Obama dijo este martes en conferencia de prensa que en su visita a México hablará sobre el tema de la seguridad pero aclaró que es importante no perder de vista el desarrollo económico.
Por su parte, el secretario de Estado norteamericano John Kerry comentó que su país no quiere "definir esta relación con México o con otros países en el contexto de la seguridad o la lucha contra el narcotráfico".
"Queremos definirla de manera más amplia en el contexto de las necesidades económicas de nuestros ciudadanos y nuestra capacidad para hacer más en la frontera económica", añadió.
México y Estados Unidos son desde hace tiempo importantes socios comerciales con un flujo económico de un mil millón de dólares diarios, cuatro veces más de lo que se registraba entre ambos países cuando se negoció el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan, 1992).