Las relaciones comerciales entre Colombia y Venezuela se han visto seriamente afectadas por la situación económica, política y social del vecino país, tanto así que quien fuera el principal socio de Colombia en materia comercial, hoy se encuentre relegado a posiciones secundarias.
El comercio entre Venezuela y Colombia durante el período enero-agosto de 2016, acumula 633 millones de dólares de acuerdo a lo publicado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, DANE.
Esta cifra indica que se ha mantenido un intercambio promedio mensual de 79 millones de dólares, siendo julio el mes con la cifra más baja de todo el período con 40 millones de dólares frente a los 113 millones de dólares de febrero.
Un informe de la Cámara de Integración Económica Venezolano-Colombiano, Cavecol, observa que el comportamiento de decrecimiento del intercambio presentado desde febrero de 2016, se rompe en agosto pasando de 40 millones de dólares en julio a 82 millones de dólares en agosto, representando un incremento del 105% en el Intercambio Comercial entre Venezuela y Colombia.
Dicho incremento revela el informe de Cavecol, se debió a un aumento de 175% en las importaciones desde Colombia que pasaron de 25 millones de dólares en julio a 69 millones de dólares en agosto del año en curso.
El intercambio
Al hacer un desglose de las importaciones provenientes de Colombia, se puede evidenciar que los principales productos importados por Venezuela son azúcares y artículos de confitería, y la fundición, hierro y acero, siendo estos los únicos productos que han aumentado su ingreso a Venezuela en un 80% y 77% respectivamente.
Por otra parte, las exportaciones venezolanas hacia Colombia se redujeron 29% al alcanzar los 132 millones de dólares durante el período enero-agosto de 2016 respecto al mismo periodo de 2015.
En este sentido, el 29%, es decir, 38 millones de dólares, del total vendido al vecino país está conformado por abonos, seguido por el 20%, 27 millones de dólares, de productos químicos orgánicos; el 13%, unos 16 millones de dólares, en fundición, hierro y acero; y el 10%, 13 millones de dólares, en aluminio y sus manufacturas.
La baja en exportaciones
La baja en las exportaciones de Colombia a Venezuela ha afectado especialmente a Cúcuta y a la zona fronteriza, luego del cierre del paso desde agosto de 2015 por orden del presidente del vecino país, Nicolás Maduro.
Varios sectores económicos sufrieron el impacto negativo en la zona de frontera colombo-venezolana, donde aumentó el desempleo y la inflación, según un informe de la Cámara de Comercio de Cúcuta.
A pesar de los acuerdos para abrir los pasos fronterizos que unen San Antonio de Táchira y Cúcuta, permitió que miles de venezolanos se abastecieran principalmente de alimentos y remedios, la situación no tiene cambio.
El rubro más afectado fue el de los comerciantes, cuyos ingresos cayeron 31%. El presidente de la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco, Guillermo Botero, dijo que la recuperación no se va a dar a corto plazo, a pesar de que haya nuevamente un tráfico libre.
También se vieron perjudicados los servicios de telecomunicaciones y la recuperación de materiales, cuyos ingresos se contrajeron 40%, mientras que la industria manufacturera sufrió una caída de 36% en sus ingresos y de 27% en sus utilidades tras el cierre de la frontera.
Los ingresos de la ganadería y la agricultura (-24%), la explotación de minas (-20%), servicios públicos (-30%) y salud (-27%) son otros de los grupos afectados, aunque la peor parte quedó con las exportaciones desde Colombia a Venezuela, que perdieron 58,7% en los primeros cinco meses del año.
Para el presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior, Analdex, Javier Díaz Molina, "más que el cierre de la frontera, el riesgo se vincula con la disponibilidad de divisas. Los exportadores no pueden despachar porque no tienen ni seguridad ni certeza sobre el pago de sus productos".
"Pasamos de venderle a Venezuela más de US$6 mil millones en 2008, y este año escasamente llegaremos a los US$1.000 millones", dijo Díaz, quien respaldó las medidas que levantaron la restricción de la movilización de personas en la zona limítrofe, pero pidió que "se solucionen los problemas que llevaron a su cierre".
En contrapartida, los ingresos de la construcción y las actividades inmobiliarias crecieron 26% y más de 150% sus utilidades. El cierre fronterizo redujo el contrabando.
La Cámara de Comercio de Cúcuta advirtió que "el contrabando fue el punto de quiebre de la estructura económica y social de la ciudad".