Las fuerzas gubernamentales sirias lanzaron una ofensiva contra los rebeldes para rodear los barrios rebeldes de Alepo, el día en que la ONU debate sobre un plan para detener los combates en esta ciudad, ex capital económica del país.
Unos cien combatientes de ambos campos, así como civiles, murieron en los combates, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
"Alepo es esencial y esta batalla continuará de manera intensa pues es muy importante", afirmó una fuente militar siria a la AFP.
"El objetivo es doble para las fuerzas del régimen: cortar la carretera que une Alepo y la frontera turca e imponer así un asedio total a los barrios rebeldes, y por otro lado abrir el camino que lleva a dos localidades chiitas progubernamentales, Nabul y Zahra, asediadas por los rebeldes desde hace 18 meses" indicó Rami Abdel Rahman, director del OSDH.
Según esta ONG, el ejército sirio, apoyado por combatientes iraníes y afganos, además del movimiento chiita libanés Hezbolá, capturó las localidades de Bashkoy y Riyan, unos 10 km al norte de Alepo.
La ONG precisó que 45 rebeldes murieron en la provincia y en la ciudad así como seis civiles en los barrios rebeldes.
Cincuenta soldados o colaboradores murieron también en combates mientras ocho civiles murieron a causa de obuses lanzados por los rebeldes contra Mocambo y Azizia, barrios del oeste de la ciudad.
Antiguo corazón industrial de Siria, Alepo está dividido en dos desde julio de 2012: los rebeldes se encuentran al este y el régimen al oeste.
Esta ofensiva empezó el mismo día en que el mediador de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, prevé presentar al Consejo de Seguridad de la ONU un informe sobre su misión, cuyo objetivo es poner fin a la guerra que asola al país desde hace cuatro años.
- 'Abrir varios frentes'-
"Alepo es esencial en esta ofensiva y esta batalla va a proseguir de forma intensa, porque es determinante. El principal objetivo es romper el cerco de Alepo" por parte de los rebeldes, que controlan prácticamente casi toda la provincia, explicó a la AFP una fuente militar siria.
Interrogada sobre la ofensiva militar en el sur del país, al borde de las posiciones israelíes en los Altos del Golán, la fuente dijo: "Este ataque (a Alepo) no está vinculado con el del sur, pero (...) demuestra la capacidad del ejército sirio de abrir varios frentes al mismo tiempo".
De Mistura había propuesto el 30 de octubre empezar por instaurar zonas de alto el fuego para permitir la distribución de ayuda humanitaria a Alepo. El viernes, provocó la cólera de la oposición y de los rebeldes al afirmar que el presidente Bashar Al Asad "forma parte de la solución" enSiria.
Para Noah Bonsey, analista de International Crisis Group, "es una escalada del régimen para reforzar su posición ante la propuesta de parar los combates" en Alepo.
La reanudación de los combates en Alepo "no tiene nada que ver con las conversaciones en la ONU", opina por su lado Fabrice Balanche, un geógrafo especialista en Siria.
Según él, "la estrategia militar de Bashar Al Asad es totalmente independiente: espera vencer por la fuerza y no mediante negociaciones internacionales".
"El momento está bien elegido en el norte pues con la ofensiva kurda en los territorios controlados por el Estado Islámico (EI), Bashar al Asad sabe que el EI no tiene recursos para atacar sus posiciones en Alepo", explica.
"Además, febrero es propicio a los ataques del ejército regular ya que el invierno le es más favorable que a los rebeldes, que sufren del frío y la humedad", opina Balanche/AFP.