“Durante los diez primeros meses del presente año se registraron 197 combates directos por iniciativa de la Fuerza Pública en contra de los distintos grupos irregulares que operan en el país”, lo que representa “un incremento del 3 por ciento con 6 casos” en comparación con “el volumen de contactos armados con el mismo periodo del año anterior”.
Las cifras están contenidas en el informe sobre Seguridad Nacional de 2013, publicado por el Centro de Seguridad y Democracia, de la Universidad Sergio Arboleda, dirigido por Alfredo Rangel.
“En cuanto a la dinámica de los contactos armados con relación al grupo combatido, la mayor cantidad de acciones estuvo dirigida contra integrantes de la guerrilla de las Farc concentrando el 83 por ciento de los de 2013. Le siguieron los combates contra integrantes del Eln con el 12 por ciento, las Bacrim con el 5 por ciento y los combates contra grupos de delincuencia común con el 1 por ciento”, indicó el informe.
Por grupos irregulares
De acuerdo con los datos analizados por el Centro de Seguridad y Democracia, “en comparación con el año anterior los combates por iniciativa de la Fuerza Pública contra las bacrim mostraron el mayor aumento entre periodos con un crecimiento del 13 por ciento pasando de 8 contactos armados a 9, seguidos por los contactos armados contra las Farc, los cuales aumentaron un 4 por ciento al pasar de 157 a 164. Los combates contra grupos de delincuencia común y contra grupos sin identificar se redujeron un 50 por ciento pasando de 2 casos a 1, y contra reductos del Epl se redujeron en su totalidad al pasar de un caso a ninguno”.
Por departamentos
Al observar la configuración de los combates por iniciativa de la Fuerza Pública en el territorio nacional, el departamento del Cauca fue el mayor escenario de confrontación del 2013 concentrando el 14 por ciento de los casos. Le siguieron los departamentos de Antioquia con el 12 por ciento, Caquetá con el 11 por ciento, y con el 9 por ciento en cada uno los departamentos de Arauca y Meta.
En términos comparativos, los mayores aumentos entre el periodo analizado de 2012 y 2013 se registraron en los departamentos de Valle del Cauca donde los combates aumentaron un 350 por ciento al pasar de dos casos a nueve, La Guajira pasando de un caso a 4 (300 por ciento), Guaviare al pasar de dos a siete (250 por ciento), Caquetá con un incremento del 120 por ciento pasando de 10 a 22, y Cundinamarca y Quindío donde los combates aumentaron un 100 por ciento al pasar de ningún caso a uno.
En contraste, se registraron descensos totales en los departamentos de Santander, Bolívar, Caldas y Cesar, y reducciones menores en los departamentos de Huila (-64 por ciento) pasando de 14 a 5, y Tolima (-62 por ciento), al pasar de 13 a 5.
Otros indicadores
Según datos del Ministerio de Defensa Nacional, la extorsión este año tuvo un aumento de 27 por ciento con relación al año anterior, y en un 13 por ciento con relación al 2010, año de inicio del actual gobierno, lo que corrobora la percepción ciudadana del crecimiento descontrolado de este delito, que tiene una de las más altas cifras negras, es decir de ocultamiento por no denuncia ciudadana. Por su parte, el área de erradicación por aspersión de los cultivos de coca disminuyó este año, con datos a septiembre, en 45 por ciento y la erradicación manual cayó un 47 por ciento, lo que muestra una disminución del esfuerzo gubernamental en este tema.
Delitos graves
Para el Centro de Seguridad y Democracia, tomando “los datos consolidados entre enero y octubre”, en general “no ha sido un buen año para la seguridad del país. El homicidio y el secuestro se resisten a disminuir significativamente, mientras que aumentaron los atentados contra la industria petrolera, los retenes ilegales de la guerrilla, la extorsión y los actos terroristas”.
“En efecto”, sostuvo el informe, “el homicidio escasamente disminuyó un 2 por ciento, considerando los datos hasta noviembre del presente año y las 27 ciudades con más de 200.000 habitantes. De lejos la ciudad con la más alta tasa de homicidio es Cali con 93 asesinatos por cada cien mil habitantes, que registró, además un incremento de 12 por ciento, mientras que las otras grandes ciudades disminuyeron, con excepción de Bogotá que tuvo un leve incremento a pesar de la prohibición al porte de armas por particulares vigente en esta última ciudad, lo que demuestra una vez más que esta no es la medida mágica para combatir el homicidio, como pregonan algunos”.
Tras reconocer que “el secuestro tuvo una insignificante reducción de 1 por ciento”, en el informe se consideró que “no obstante, con relación al año 2010 que marca el comienzo del actual gobierno, el secuestro se ha incrementado en un 13 por ciento después de caer verticalmente durante los años anteriores”.
El documento resalta que, en su análisis de las cifras, “las guerrillas aumentaron sus secuestros en un 65 por ciento”, lo que para el Centro de Seguridad y Democracia demostraría “que las Farc han seguido secuestrando durante las conversaciones de paz, a pesar de su compromiso público de no hacerlo y sin que el Gobierno denuncie y rechace ese engaño a la opinión pública. La disminución del secuestro, en consecuencia, corrió por parte de la delincuencia común”.