INFORME DE GESTIÓN 2015
¿Cuáles demonios, presidente Maduro?
Por Vólmar Pérez Ortiz
EL pasado 15 de enero el presidente Nicolás Maduro presentó ante la Asamblea Nacional Legislativa el informe de rendición de cuentas de la gestión cumplida por su gobierno durante el 2015. El informe no podía ser más desolador y dramático sobre lo que fue el desempeño de la economía de su país en el año que terminó.
El Banco Central de Venezuela, en un informe revelador, dijo que el Producto Interno Bruto se contrajo en un 4.5 por ciento entre enero y septiembre de 2015 y que la inflación, en el mismo período, había aumentado en un 108.7 por ciento. Organismos como el Fondo Monetario Internacional y otros expertos han dicho que, incluso, superó el 200 por ciento.
Para enfrentar la crisis económica, que tiende a agravarse con la tendencia a la baja del precio internacional del petróleo, que redujo en un 70 por ciento los ingresos por divisas, el gobierno de Nicolás Maduro expidió un decreto de emergencia económica por 60 días.
Al examinar el alcance del decreto en cuestión, que más parece una ley habilitante que invade la órbita de competencias del Legislativo, se encuentra que su motivación parte del mismo diagnóstico equívoco que han utilizado los funcionarios del gobierno de Venezuela para identificar la causa de la crisis: la “guerra económica”. Y atribuye a los empresarios venezolanos, a la derecha y factores externos la responsabilidad de la crisis, para afectar el acceso a los bienes y servicios, producir malestar y romper el “hilo constitucional”.
También sostuvo que de Colombia llegan “más de mil demonios” para conformar una tenaza con la que se busca desestabilizar a su gobierno. Sobre los presos políticos, propuso adelantar un “proceso de paz”.
Lo anterior significa que Nicolás Maduro le indilga a una estrategia urdida por sus adversarios la debacle de la economía su país y no al modelo económico adoptado, a las políticas implementadas, al despilfarro y la corrupción que campea.
¿Cuáles son los demonios que llegan de Colombia? ¿Son los cambistas de Cúcuta los que imponen el precio del bolívar? ¿Son los contrabandistas de Colombia los que sacan los productos de primera necesidad desde Puerto Cabello atravesando toda Venezuela? ¿Los problemas cambiarios se generan aquí sin la complicidad de los de allá? ¿Son colombianos los responsables de la inseguridad y de los altos índices de homicidios?
El gobierno de Venezuela confunde la legalidad con la ilegalidad. La prolongación del cierre de la frontera parece más una actitud de venganza para complacer a la militancia. ¿Cuál es el balance del cierre de la frontera? ¿Cuántos delincuentes han capturado?
Ha servido para aumentar el hurto del crudo por los más de 150 pasos fronterizos y para deprimir, aún más, la economía en la zona de frontera que vive del intercambio de bienes y servicios.
La delincuencia y el contrabando se combaten con la cooperación entre los dos gobiernos y no con medidas ineficaces que lo único que han producido es aumentar las tensiones entre las autoridades y las comunidades de ambos países.