Victor G. Ricardo | El Nuevo Siglo
Miércoles, 15 de Junio de 2016

¿La Policía al servicio de un parqueadero?

NO SE puede negar que el daño que ha sufrido la Policía Nacional por los escándalos a los que se han enfrentado sus directivas y la base de tan importante Institución ha sido grave. Desde que se tuvo conocimiento de estos hechos,  la autoridad y disciplina en la Policía nacional ha entrado en crisis y tuve que ser testigo de distintos abusos de autoridad por parte de sus miembros. Así las cosas, algunos policías han dejado de importarles su deber de actuar en defensa de los derechos del ciudadano y en ciertas ocasiones se ponen de lado de quien comete el abuso. Tal es el caso de los excesos de quienes teniendo concesiones del Estado manejan la delegación de lo público a su antojo.

 

En días pasados observé como en las instalaciones del parqueadero “Parking” del Aeropuerto el Dorado de Bogotá cuando debido al cúmulo de automóviles que requerían de su servicio resolvieron cerrarlo, lo que trajo como consecuencia una retención de tráfico monumental que además de ocasionar la llegada tarde de los pasajeros a sus vuelos, dejó sin solución a quien aspiraban guardar su vehículo en ese lugar para recoger o dejar algún pasajero o porque debía viajar a otra ciudad.

 

Es lógico que si la capacidad del parqueadero está completa no se permitirá la entrada de más vehículos, sin embargo y como es habitual en los aeropuertos del mundo, existe gran rotación, por lo que cada vez que sale un automotor puede ingresar otro. No obstante este hecho, al administrador del lugar  solo se le ocurrió cerrarlo hasta tanto no hubiera 250 cupos disponibles. Y aquí entra la actuación de la Policía, que en lugar de hablar con los encargados del parqueadero para que solucionaran el inconveniente que ocasionó un trancón monumental, se dedicó a regañar y amedrentar a los conductores que de forma desesperada les pedían ayuda para parquear sus carros, incluso grabándolos.

 

¿Cuál es la función de la Policía? ¿Defender los intereses de particulares o los derechos de los ciudadanos que ante una falla del servicio se ven desprotegidos? Invito al Director General de la Policía y a los directivos de esa institución para que formen a sus agentes en la defensa de los intereses de los ciudadanos y en buscar soluciones lógicas ante situaciones que se salgan de sus manuales. He sido siempre un defensor de la institución y reconozco el valor de sus miembros, por ello anhelo que los problemas internos y de imagen a los que han tenido que enfrentarse no resten esfuerzo a la necesidad de educación y capacitación de los agentes que juraron velar por la defensa del ciudadano, su seguridad y tranquilidad.