PLANETARIO
Soldado del futuro
Más allá de que las Farc y el Eln, como socios que son, se comporten angelical y transparentemente durante el llamado posconflicto, lo cierto es que las Fuerzas Militares requieren una reflexión permanente sobre su doctrina, límites y alcances de la política de seguridad y defensa, de tal modo que se perfile lo que puede entenderse como el soldado del futuro, es decir, una fuerza en capacidad de:
1- Comprender la relación estrecha entre interés nacional y amenazas simbióticas, híbridas y mutantes, es decir, entre el bien superior de la paz y la eventual negativa de los adversarios a renunciar a la violencia como método político y a entregar las armas;
2- Proteger al ciudadano y cubrir por completo el territorio nacional, incluyendo las áreas transfronterizas, con el fin de reducir estructuralmente la indefensión y la vulnerabilidad del individuo y las comunidades ante fenómenos como la movilización armada, el proselitismo armado y la extorsión;
3- Inspirar suficiente confianza y gozar de credibilidad a toda prueba entre la población a tal punto que ningún grupo armado organizado amparado en eventuales acuerdos, o no, pretenda actuar como “Estado dentro del Estado” ;
4- Identificar oportunamente la complicidad compleja, o sea, las alianzas, coaliciones o redes que tejan los diferentes grupos transgresores puesto que ya no será posible trazar una línea que separe a las estructuras del crimen organizado de las organizaciones armadas mutantes y opacas (que de modo no visible sigan usando la violencia para cogobernar al país);
5- Controlar y diezmar el entramado narcotraficante (o el asociado a recursos valiosos, como los minerales) que tiende a reforzarse proporcionalmente a la autonegación estatal de fumigar los cultivos y penetrar la base territorial y original del problema donde, precisamente, los grupos organizados pretenden mantener controles hegemónicos;
6- Alcanzar y perfeccionar la autonomía estratégica a sabiendas de que más allá de los riesgos naturales, las amenazas transformadas (a nivel interno-externo- y -amalgamado) como las que representan Nicaragua, Venezuela y las Farc-Eln-Bacrim, no serán amenazas necesariamente compartidas por países aliados, y
7- Desarrollar capacidades disuasivas creíbles y sostenibles tanto a nivel convencional como irregular (homologándose con la OTAN) para exportar seguridad y cooperar en desastres o misiones internacionales sin afectar por ello las fortalezas adquiridas hasta ahora que han convertido al soldado colombiano en uno de los mejores del planeta.