Vicente Torrijos R. | El Nuevo Siglo
Martes, 3 de Febrero de 2015

¡Hola, Nicolás! (I)

 

- ¡Hola,  Nicolás!

- Bienvenido, Juan Manuel.  Pensé que no 

llegabas.

- Eso, ni pensarlo.  Algunos problemas con 

el avión, pero aquí me tienes.

- Yo sé cómo es eso. Antes de este oficio, 

yo andaba por ahí, ajustando tuercas.

- Pero ahora te dedicas a lo mismo.

- (Risas)

- Casi, casi, lo que pasa es que ahora 

me toca atornillarme yo mismo.

- (Más risas)

- ¿No se te estará yendo la mano?

- Para nada, Juanma. Es a ti al que se le 

fue la mano con ese comunicado sobre

Pastrana y Leopoldo.

- No lo tomes a mal. Me vi forzado.  

Ya sabes: tenemos que andar poniéndole 

una vela a Dios y otra al diablo.

- Espero no ser el diablo.

- (Sonrisas)

- La verdad es que yo no pensaba hacer 

nada, pero se me estaba viniendo 

medio mundo encima. 

- Pastrana se lo merecía, Juan; 

se lo merecía.

- No lo sé, pero lo cierto es que logramos 

el efecto perfecto.

- ¿Lo dices por Uribe?

- Claro; hizo contrición y hasta 

salió a elogiarnos por el buen manejo.

(Carcajadas)

- Pero que no se le ocurra meter la nariz 

por allá también.

- Tranquilo.Lo tenemos acosado y con la 

rienda bien cortica, como él mismo diría.

(Más carcajadas)

- No te fíes, Juan; con Uribe no te fíes.  

Esperemos a ver qué dice cuando nos vea 

dándonos este abrazo. Por eso, lo mejor 

es que uno de los tuyos le lance una 

advertencia desde el Congreso.

- Buena idea.No lo había pensado.

- Lo que pasa es que a veces se te olvidan 

las cosas.

(Juan Manuel carraspea)

- ¿Por qué lo dices?

- Los muchachos quieren que te decidas 

de una vez por todas con la tregua.

- Vamos por partes, Nicolás.  

Vamos por partes.

- Yo te lo dejo bien claro: a mí no me 

suena esa cosa del ‘desescalamiento’.  

Ningún tropero te va a hacer caso.

- Lo que pasa es que Pablo, o Jesús, dicen 

una cosa en Cuba pero por dentro están 

extorsionando y amenazando más que nunca.

- Bueno, no se pueden quedar dormidos 

y cruzados de brazos.

- Entiendo, pero diles que le bajen un poquito.

- A mí no me hacen mucho caso. Era a Hugo al que le paraban bolas.

(Carcajadas).

Continuará…