NO prosperaron en su primer año de Gobierno las medidas del presidente Duque para reactivar el empleo.
Un fracaso la política de creación de trabajo en Colombia.
Incentivos y gabelas en impuestos a empresas no determinaron aumento de la nómina.
Al contrario, a duras penas, el sector productivo aguanta su planta.
Disfrazada reforma tributaria titulada Ley de Financiación solo consiguió causar inestabilidad en reglas de juego. Asustar a contribuyentes.
Ya se ha planteado en esta columna: flaco crecimiento económico menor a 3% es insuficiente para absorber demanda de empleo.
Y peor aún: actuales condiciones del entorno macro y micro de la economía, no dan para sacar a millones de personas de su pobreza y miseria.
Pretender excluir a 1,5 millones de personas de la pobreza y el olvido del Estado, no es más que un anuncio. Falta el insumo principal, crecimiento.
Si no se remueven barreras que impiden crecimiento sostenible de trenes que impulsan el desarrollo, la pobreza estará ahí.
Luces rojas titilan aún en tablero de la economía. En varios sectores productivos el semáforo sigue en rojo. Industria y comercio van mejor.
Analistas plantean poner a crecer economía al 3% para darle ritmo al país y abrir vacantes.
Difiero de esa cifra. La economía nacional deberá crecer 5% o más si queremos dar empleo. Ambiciosos, no conformistas.
Si la idea es reducir el nivel de pobreza que asfixia a tantos hogares en las regiones, el PIB debe andar al 5% anual.
Si cadenas productivas no crecen a la par, a empresarios les será costoso ofrecer empleo.
A muchas empresas hoy no les resulta buen negocio crear empleo.
Al Ejecutivo no le han salido las cosas en el frente social.
Mayor pobreza, marginación, inequidad, delincuencia callejera en su nivel más feroz, y desempleo, confirman el revés.
Recientes encuestas de centros de estudios económicos y firmas especializadas, señalan que las dos primeras preocupaciones de los ciudadanos son: pobreza y desempleo.
Dos causas de la desesperanza y estrés social.
Enredos judiciales, Santrich, la JEP y elecciones de octubre, no son la noticia principal para los hogares.
A las familias las tocan otros signos vitales. Trabajo, salud, educación, vivienda y seguridad, son prioridades.
Gobierno deberá actuar en esa dirección. El frente social, economía de bolsillo, lo primero en agenda del presidente Duque.
Con la misma energía con que se abordan crisis de la justicia y captura de bandidos, debe afrontarse situación de población vulnerable.
Nuevo enfoque social al repunte del desempleo.
Crisis migratoria por venezolanos en Colombia acentúa el drama social, pero no es la única causa del alto desempleo y pobreza.
Más venezolanos aquí aumentan el rebusque y ola de inseguridad.
Reflexión: no vamos a mejorar la situación solo con economía naranja desplatada y emprendedora sin recursos.
Vamos mal. Si Gobierno o empresarios piensan lo contrario, pues que digan donde está el empleo.