Posterior al inicio de la vacunación en Colombia contra el covid- 19, que es todo un acontecimiento porque definitivamente es la mejor manera de salvar vidas y disminuir la presión sobre el sistema sanitario, una de las preocupaciones era si se iba a alcanzar la inmunidad de rebaño este mismo año; pero hoy en día surgen nuevas preocupaciones en este tema por un evidente ritmo muy lento de llegada de vacunas y de vacunación del talento humano en salud que se clasificó en primera línea.
De eso es lo que quiero reflexionar en esta columna. Como se los he contado soy médico y dirijo un Hospice, que es un centro que presta atención de cuidados paliativos en personas al final de la vida. Por esta razón en los picos debimos atender pacientes en situación de terminalidad y con covid muy severo para brindarles cuidados paliativos adecuados y garantizar una partida tranquila. De esta manera atendimos un número importante de pacientes con el coronavirus; por esta razón, mi equipo asistencial compuesto por médicos, enfermeras, sicólogos, trabajadores sociales, counsellor, auxiliares de enfermería y personal administrativo se ganaron el derecho de pertenecer a la famosa primera línea de vacunación. Lo cierto es que algunos quedaron en etapa 1 y otros, como yo, en etapa 2. Ninguno hasta el día de hoy está vacunado.
Esta semana, mientras tuve el privilegio de asistir al parto de mi segunda hija, en la sala donde se llevaba a cabo el procedimiento surgió la conversación que en esa institución donde tienen UCI Covid y que muchos de los del personal presente tuvieron que en el pico dejar de hacer su labor quirúrgica para apoyar los pisos Covid, hoy tampoco han sido vacunados, pero peor aún, comentaban cómo profesionales de la salud conocidos que nunca estuvieron expuestos de manera directa al virus ya lograron obtener la inmunización.
Esto me generó más que una crítica una reflexión que tiene que ver con un concepto fundamental a aplicar y con un valor muy importante que debe tener la sociedad que se llama la solidaridad. Me explico, creo que no entendimos el concepto de Riesgo que es toda circunstancia o situación que aumenta la probabilidad de contagio del virus y puede ser alta como es el caso de los profesionales de la salud que estuvieron expuestos a secreciones de la vía aérea de pacientes positivos o baja como es el caso de los que en su labor diaria están en contacto con pacientes no necesariamente positivos. Lo cierto es que como es el caso de los ejemplos que inicialmente expuse, hay mucho talento humano en salud que continúa expuesto con alto riesgo de contagio que no está vacunado y otro personal de salud que su riesgo no es tan alto, sin decir que no lo tiene, y que ya están vacunados.
Por esta situación de evidente inequidad me pregunto: en una situación como la actual que hay una lenta provisión de vacunas, por pura solidaridad y colegaje ¿no debimos haber esperado el turno adecuado según nuestro riesgo y no quitarle la oportunidad a aquellos que tienen un riesgo alto y exposición permanente a pacientes positivos? La respuesta no la tengo o tal vez no se vea importante, pero a todas luces quizás esta priorización ni siquiera estuvo en nuestras manos.
*Gerente Hospice Presentes