Por esta época la ciudad se ve más linda y la gente más alegre porque el espíritu navideño inunda las calles, los hogares y la actitud de los colombianos. En las esquinas, en los almacenes, en los centros comerciales se oye la canción que cada año nos pone a reflexionar sobre lo vivido, lo que dejamos y lo que se viene; “otro año que queda atrás, mil momentos que recordar; otro año y mil sueños más, es la navidad”.
En esta navidad los invito a todos a tomarse unos minutos para mirar a su alrededor y ver lo afortunados que somos, la belleza de nuestro país y la amabilidad de su gente. Los invito a reunirse con sus seres queridos, a desprenderse de lo material, de la tecnología, y disfrutar de la natilla y el buñuelo, de los villancicos y los aguinaldos, del árbol de navidad y quienes se reúnen a su alrededor, bien sea en familia, amigos o colegas. ¿Cómo no luchar y jamás perder la esperanza cuando tenemos tanto potencial como país?
Somos un pueblo unido y alegre que disfruta de estas fiestas como pocos, un pueblo que siente y que quiere hacerse sentir. Esta época nos debe servir a todos para buscar nuestros defectos y proponernos mejorar en ellos, nos debe servir para exigirnos a nosotros mismos y a aquellos quienes nos rodean, nos debe servir para recuperar los valores que en la política y la dirección de Colombia se han venido perdiendo, señalar los actos corruptos, hablar y generar diálogo constructivo respecto a aquello con lo que no estamos de acuerdo.
Tenemos que ser conscientes que somos lo que damos y no lo que tenemos, y de la misma manera nos define aquello que toleramos y permitimos. No podemos dejar que los intereses particulares de quienes se desvían nos definan como país. De lo contrario, ¿qué ejemplo estamos dando a las futuras generaciones y a nuestros propios hijos? No los condenemos de esa manera.
El gobierno debe hacer todos los esfuerzos, bajo el liderazgo del Presidente de la República, para lograr acuerdos programáticos que permitan garantizar gobernabilidad y así llevar a cabo las transformaciones que Colombia requiere y sobre todo rodearse de la confianza de todos los compatriotas. Estamos viviendo momentos trascendentales para el futuro de nuestra Patria y no podemos descuidar acción alguna en el propósito de la construcción colectiva de un mejor mañana para nuestros hijos.
Dejemos a un lado la indiferencia, el rencor, las malas acciones, la incertidumbre y en estas fechas preparémonos todos para recibir un año 2019 en el que la reconciliación sea la base de un gran mañana y la acción de convocatoria del gobierno permita que todos nos unamos en la construcción de un gran país; un pais en donde impere el orden, la justicia, la paz social y espiritual, el respeto y en el que nos unamos todos a trabajar por el bien y éxito de lo que a todos nos pertenece, de nuestro país, de ‘Colombia’.