Transporte y transición energética | El Nuevo Siglo
Lunes, 9 de Agosto de 2021

Las señales sobre adopción de medidas legislativas, incentivos económicos y fiscales y el desarrollo tecnológico en energías limpias son cada vez más concretas y frecuentes en países con economías fuertes. Por ello se centrado la atención en uno de los sectores que genera más emisión de gases de efecto invernadero –GEI- como es el transporte y la movilidad. Además, por su importancia, crecimiento e impacto es uno de los llamados a impulsar el exigente proceso de transición energética en el mundo.

El caso de Colombia ilustra las dificultades en coordinación y articulación entre entidades y entre niveles territoriales de gobierno -debilidad de nuestra administración pública- caracterizándose así por contar con avances normativos e instrumentos de planeación y menor ritmo en implementación y resultados. Y con dificultades en mantener la continuidad, así como ambigüedad frente al diálogo y los compromisos internacionales, pese a haber ratificado el Acuerdo de París (Acuerdo de Escazú, por ejemplo). Aunque en general se puede resaltar como más positivo frente a otros países de la región.

Durante la última década los avances se impulsaron con mayor fuerza desde el Ministerio de Ambiente en los primeros años (Conpes 3700, Pnacc, Ley 1831/18). Y el Ministerio de Transporte fue más lento. Pero, desde 2018 se ha producido un impulso importante desde el sector transporte, invirtiendo la dinámica, a través del desarrollo normativo y los incentivos a la movilidad eléctrica (Ley 1964 del 2019 de vehículos eléctricos y la Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica-ENME). Y vale resaltar la labor de la actual ministra Ángela María Orozco por poner la casa en orden y avanzar con la modernización del sector.

De otro lado, el total de vehículos eléctricos matriculados es de 4.793 y de híbridos 16.128, de los cuales más de la mitad de los eléctricos y cerca del 90% de los híbridos corresponde a los últimos tres años (Mintransporte 02/08/21). El parque automotor del país comprende 16.473.825 registros, de los cuales el 59% corresponde a motos y el 40% a vehículos y el 1% a maquinaria (Datos RUNT). Obsérvese la inmensa diferencia entre el número de vehículos de motor a combustión y los eléctricos y cómo los híbridos parecen ser un paso provisional de mediano plazo para la transición.

Pero, es en la promoción de la movilidad eléctrica donde se requiere mayor esfuerzo. Pues, si la meta es incorporar 600 mil vehículos eléctricos a 2030 (Mintransporte/20) lo hasta ahora logrado advierte que no será fácil cumplir y sobre todo en el segmento de carga y transporte publico que son los de mayores emisiones de GEI.

Además, el ritmo de crecimiento del parque automotor en motos es un tema que requiere mayor atención desde el punto de vista de la movilidad urbano-rural, de regulación y seguridad vial, así como de políticas en materia de redefinir su papel en la transición energética.

Finalmente, ante la presión creciente a nivel global para aumentar las metas de reducción de emisiones a 2030 y 2050 que se concertarán en la COP26, es importante mejorar en articulación interinstitucional e implementar acciones concretas en el corto plazo: por ejemplo, comenzar por incorporar solo vehículos eléctricos en el parque automotor del sector público.

@Fer_GuzmanR