Pareciera que el famoso episodio litúrgico cuando el pueblo le grita a Poncio Pilatos que suelten a Barrabás, en detrimento de la posterior crucifixión de nuestro señor Jesucristo, se estuviera repitiendo en el episodio del juicio en contra del senador y ex presidente Álvaro Uribe Vélez en la Corte Suprema de Justicia.
El origen de la indagatoria al ex presidente AUV se da en el contexto de un fuerte debate que se produjo en el Congreso de la República entre los senadores Cepeda y Uribe. Cepeda, formuló duras acusaciones contra Uribe y su hermano de estar involucrados en acciones con grupos paramilitares, además de la creación de las AUC.
A su vez, Uribe, ese mismo día, denunció al senador Cepeda por promover falsos testigos en su contra ofreciendo beneficios jurídicos y económicos, medidas cautelares, ubicación en el exterior a través de la figura del asilo político.
La CSJ se demoró siete años para tomar una decisión consistente en darle un giro un caso. En efecto, el 16 de febrero del 2018 la CSJ, por un lado, precluyó la investigación contra el senador Cepeda. A su vez, compulsó copias al expresidente Uribe por soborno y fraude procesal.
Al mejor estilo de Poncio Pilotos, la CSJ puede lavarse las manos tomando dos decisiones. La primera, precluir la investigación en contra del ex presidente AUV, así como lo hizo contra el senador Cepeda, quedando en tablas como en el ajedrez donde nadie ganó, ni perdió, y todos tranquilos.
Pero, también, puede tomar la decisión que tiene en ascuas al país al mejor estilo del pueblo quien decidió crucificar a Jesucristo en detrimento de Barrabás.
La CSJ puede crucificar al senador Uribe con una serie de medidas contundentes las cuales exigen medida de aseguramiento, con la prohibición de salir del país, o, ordenar que el senador quede en libertad para que cumpla con su proceso judicial.
Todo este escenario se da, por lo demás, en medio de la creación de los grupos de choque de las universidades públicas, JM19, quienes hacen lo que se les viene en gana en detrimento de la Fuerza Pública y el Esmad quienes, a su vez, ven impotentes como la juventud ha decidido apoyar a los Barrabás para quedar crucificados en medio del cuestionamiento de los medios de comunicación junto con su crisis de ética periodística vs la debilidad del Estado para ejercer la autoridad como debe ser.
Por el bien de todos, sería conveniente dar por terminado este episodio judicial el cual tiene un solo objetivo: llevar a Uribe a la cárcel.
¿Qué decisión tomará la CSJ?
Mientras exista la mitad del país urbano, joven, junto con Cepeda y el senador decente Bolívar que desea ver a Uribe en la cárcel vs el país de la provincia quien vio como Uribe lo defendió en contra de las Farc y sus diferentes formas de lucha, no habrá paz en Colombia.
¿Nos encontraremos ante un país inviable donde la Justicia pareciera que actúa en favor de los criminales en detrimento del ciudadano de bien, de a pie, como bien lo comentó Álvaro Gómez Hurtado cuyo caso sigue en la impunidad?
Un país sin justicia, es un país sin esperanza.
Pero, un país con la justicia como se encuentra, es inviable a futuro.
Puntilla: Mientras tanto, Santrich, el de las gafas, sigue siendo congresista, ahora con fusil al hombro. La Justicia en favor de los criminales, Barrabás anda suelto…