En las últimas semanas las empresas con sede principal en Medellín han recibido todo tipo de ataques, que van desde poner en duda su honorabilidad, hasta la repartición de panfletos con calumnias que ponen en riesgo la vida de diferentes empresarios.
En Colombia hay una serie de políticos, líderes de opinión y algunos académicos que con el afán de imponer un modelo económico fracasado y multiplicador de la pobreza, se han dedicado a desprestigiar a las empresas privadas, con la estrategia aprendida de Goebbels de repetir una mentira mil veces hasta convertirla en verdad. Esta estrategia no es nueva, ni tampoco original, son prácticas internacionales que han tomado mucha fuerza los últimos años.
Sin embargo, que Petro, Bolívar, Cepeda, Robledo, y otros ataquen a las empresas no sorprende. Los que sorprenden son los recientes ataques del exvicepresidente Germán Vargas Lleras.
¿Serán producto de su derrota en el 2018? ¿Será que confundido por el discurso políticos de los enemigos de la libre empresa cree que así podrá conseguir votos? O ¿Será que hay algún interés económico o político que no conocemos?
Algún día de 1945, el premio nobel de economía Friedrich Hayek, recibió la visita en su oficina en la London School of Economics, del empresario inglés Sir Antony Fisher, Hayek le advirtió que evitara siempre la política, porque los políticos siempre renunciaban a sus principios para alcanzar el poder, especialmente cuando consideraban que la opinión pública estaba siendo influenciada por otras ideas.
Esto al parecer le está sucediendo al exvicepresidente, es posible, que engañado por los debates de algunos medios de comunicación, políticos y lideres de opinión, esté pensando que el clima de las ideas en Colombia sea contrario a la libre empresa, y busque entonces sacar réditos políticos atacándola. Sería bueno, señor Vargas, que saliera de la cuarentena a conversar con los ciudadanos, se llevará la sorpresa que la opinión pública es muy diferente a la publicada.
También, es probable que el señor Vargas Lleras no busque atacar toda la iniciativa privada, que su estrategia sea desprestigiar la antioqueña, puede ser producto de su derrota electoral del 2018, si ese es el caso vuelve y se equivoca. En primer lugar, su derrota se debió al hecho de cogobernar durante 8 años con Juan Manuel Santos, personaje que no goza de simpatía por los antiqueños. Y, en segundo lugar, las empresas antioqueñas que él ataca son propiedad de millones de colombianos a través de los fondos de pensión, no está entonces en contra de algunos empresarios paisas, en realidad está buscando desprestigiar la propiedad de millones de trabajadores en Colombia.
Señor exvicepresidente, los colombianos apoyamos y nos sentimos orgullosos de las empresas que se han dedicado a generar valor, progreso y desarrollo, también reconocemos al empresariado antioqueño como ejemplo de pujanza, laboriosidad y honestidad. Para eliminar la pobreza, y que las futuras generaciones vivan felices, Colombia necesita más empresas y empresarios como los de Antioquia.
Twitter: @camiloguzmansa