A Plazas lo juzga el M-19 y el narcotráfico
Es evidente, aunque muchos quieran ocultarlo, que el coronel Plazas Vega ha sido juzgado por sus propios verdugos, la independencia y la objetividad de los magistrados del Tribunal Superior de Bogotá está en duda. Quienes condenaron a Plazas en segunda instancia a 30 años de prisión, no parecen haber ejercido justicia sino venganza.
El magistrado Hermes Darío Lara recibió el caso de Plazas en noviembre de 2008 y tras presentar varios oficios y haber acudido al Ministerio de Justicia, el Consejo Superior de la Judicatura le asignó un magistrado adjunto y un auxiliar para que se pudiera dedicar exclusivamente al tema del Palacio de Justicia, debido a su relevancia y extensión. Ayudado por cuatro digitadores, que transcribían las audiencias del caso y después de estudiar a fondo los miles de folios de la sentencia, resolvió, en su calidad de Magistrado Sustanciador, que no existen pruebas que comprometan a Plazas Vega con los delitos que se le imputan. No obstante y sin haber estudiado el caso, los otros dos magistrados de la Sala Penal confirmaron la condena proferida por la cuestionada juez, María Stella Jara.
¿Quiénes son los dos magistrados? Alberto Poveda Perdomo, militante del Polo Democrático, fue Representante a la Cámara por el Frente Social, movimiento de izquierda también integrado por antiguos militantes del grupo terrorista M-19. Adicionalmente fue magistrado auxiliar de Yesid Ramírez, a quien muchos acusan de haber sido una ficha clave de la mafia en la Corte Suprema de Justicia.
El otro se llama Fernando Pareja, quien fue Vicefiscal General, hombre cercano a Mendoza Diago y a Mario Iguarán Arana. Este último consultaba sus decisiones, como Fiscal General, con un adivino contratado por la entidad. Ha sido acusado de ser amigo cercano de alias “La Gata” y del Cartel de Cali, así como una pieza de los paramilitares en la Fiscalía, según Mancuso. Como si fuera poco, el magistrado Pareja es primo del mafioso Jaime Pareja Alemán, hoy preso por lavado de activos, persona encargada de legalizar, de manera irregular, los bienes del Bloque Sinú y San Jorge de las Auc, cuyo comandante era Salvatore Mancuso.
Si bien, las actividades de familiares y amigos no son responsabilidad de los magistrados, es claro que andan muy mal rodeados. Resulta preocupante que a Plazas Vega lo terminen juzgando personas tan cercanas a los delincuentes que él combatió, su independencia y objetividad queda en entredicho y una justicia así, huele a pura venganza. Solo queda esperar que en la Corte Suprema se haga justicia y que los magistrados no sean de la entraña del hampa.
Y aunque no creo que los delincuentes que menciono me lean, cualquier amenaza de muerte o citación judicial, la pueden hacer llegar a través de Twitter.
@shoyos
*Profesor de la Universidad Sergio Arboleda y U.D.C.A.