En declaraciones concedidas por el exsubsecretario de Defensa de Estado Unidos, Frank Mora, a dos de nuestros medios de comunicación, asegura que Rusia estaría tratando de intervenir en las campañas presidenciales de Colombia y de otros países de América Latina como México, Argentina y Perú; también menciona a Costa Rica y Brasil, en los que habrá elecciones en el 2018. Recordemos que algunos de los países referidos han sido amigos de lo que se conoce como Socialismo del Siglo XXI.
Sostiene, además, que ha venido “monitoreando esa intervención desde hace algunos meses en colaboración con el National Endowment Ford Democracy-Net”, y lo propio con funcionarios de la administración de Donald Trump. Agrega que en Colombia “se están utilizando redes sociales para generar desconfianza y confusión dentro del electorado.”
De acuerdo con el exsubsecretario Frank Mora ese plan no busca favorecer a ningún aspirante presidencial, sino a debilitar la alianza que existe con el gobierno de Estados Unidos. Para tal efecto, buscan descreditar los medios tradicionales publicando noticias falsas en redes como Facebook.
Una vez conocida esta versión sobre una probable intervención de Rusia en el proceso electoral de nuestro país, esperábamos una mayor reacción de los partidos políticos, de los cuerpos de investigación del Estado y de los medios de comunicación. Esta denuncia hay que tomarla en serio y adoptar medidas eficaces para evitar su ocurrencia, si tenemos en cuenta que las agencias de inteligencia de los Estados Unidos han buscado establecer una eventual intervención de Rusia en las elecciones presidenciales en las que resultó electo Trump.
En esa campaña se hablaba de que “un líder extranjero tradicionalmente considerado enemigo de Estados Unidos había ayudado en secreto a Trump, contribuyendo a su victoria presidencial contra todo pronóstico; e incluso quizá, dándole un empujoncito a la hora de cruzar la meta. Se decía que Trump era el candidato del Kremlin; una marioneta Putin, quien, para los principales republicanos, hasta entonces no había sido más que un villano de mirada glacial de la KGB. Alguien que deseaba el mal a Estados Unidos.”
Para muchos resultaba curioso el comportamiento de Trump durante la campaña electoral frente a las acusaciones de que Rusia estaba hackeando los correos electrónicos de los demócratas, infiltrándolos para perjudicar a su rival. Trump, que había arremetido contra sus rivales en el Partido Republicano y contra la candidata Demócrata, “describía al presidente de Rusia como un ser muy inteligente. Putin era la única persona que se salvaba de sus invectivas generalizadas”.
Siempre se ha especulado sobre la probable intervención de otros países en nuestros procesos internos. Hasta hace muy poco tiempo se comentaba del apoyo exterior a las guerrillas colombianas e inclusive se alcanzó a hablar en su momento de una conspiración internacional en el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, entre las distintas hipótesis que se bajaron sobre ese terrible magnicidio, y que nunca se comprobaron. A estas hipótesis se refiere el libro Historia (privada) de la Violencia de Otti Patiño, que luego comentaremos.