“Una decisión acertada, valiente y oportuna”
ESQUINA AZUL
Apoyo a Barguil y Ramírez
LA decisión adoptada por la dirección del Partido Conservador de apoyar a Enrique Peñalosa es acertada y oportuna, como también valiente y desinteresada. Contra viento y marea, -incluso contra aquella ilustrada que proviene de los eruditos labios de Fernando Londoño Hoyos-, estos titanes de la política azul se enfrentan a las mediocres y enquistadas mafias políticas que han paralizado la presencia del partido en la capital y cuyos resultados son tan pobres en votación como pobres son sus mentes.
El partido no alcanza la veintena de ediles, los alcaldes locales nunca nos representan, no contamos por 5 los concejales desde aquella época dorada de la C azul y de postulación a la Alcaldía Mayor ni hablar.
Tenía que aparecer la Dama de Hierro, la Dra. Ramirez con su infatigable y valiente amigo el presidente Barguil para hacerle frente, desde la visión objetiva de la costa y de la presidencia del partido, como también desde la posición sentimental, cariñosa y muy femenina propia de las mujeres para tomar la decisión altruista que la gente reclama.
Apoyar a Peñalosa era lo políticamente acertado y éticamente correcto. Peñalosa no sabe de doctrina política pero sus gestos de autoridad, orden, comunidad y civismo lo delatan como un buen conservador. No sabe quién es Burke, desconoce el legado de Disraeli, a duras penas ha oído hablar de Churchill, Thatcher y Adenauer y muy seguramente para él Reagan fue un estupendo actor de Hollywood pero su amor por el espacio público, su apego a la seguridad, su legado de constructor de realidades que no de promesas y su talante frentero y directo lo convierten en un estupendo ejemplar azul.
Por lo mismo resulta elemental que los caudillos conservadores de la capital estén molestos porque ellos mejor que nadie saben que la decisión va en serio y que se trata de un verdadero acuerdo programático, sin puestos, ni dádivas, ni prebendas, ni agendas ocultas.
El Partido Conservador, con sus actuales líderes, puede empezar a sentirse orgulloso porque por primera vez desde la época del maestro Holguín Sardi, se sintoniza con la gente, con sus intereses, con sus inquietudes, con su visión de ciudad.
La jugada es valiente porque enfrentar a las ignorantes mafias no es fácil pero Bogotá bien se lo merece. Al fin de cuentas, evitar la ignorancia no nos salvará del infierno pero si del ridículo.
Twitter: @rpombocajiao
*Miembro de la Corporación Pensamiento Siglo XXI