Refuerzo económico | El Nuevo Siglo
Martes, 18 de Febrero de 2020

Cuando se conoce y confirma el resultado positivo de la economía colombiana en el año 2019, bien cae la conocida evaluación de las metas hecha por el Presidente Duque con su reestructurado gabinete de ministros. Más cuando el ciudadano común siente que persisten muchas circunstancias que aún no le cuadran, no obstante la dinámica consumista que se palpa a todas luces en las calles y centros comerciales.

El ideal está en procurar una política de desarrollo sostenible: en principio, de mejora continua para los sectores que van bien y que aspiran a mantenerse en esa senda; de otro lado, para los sectores, de pronto menos visibles, que han alcanzado sus logros pero que son muy sensibles a la pérdida de las oportunidades obtenidas (vulnerables ocultos, donde una alarma es el desempleo o sectores que comienzan a tener fuertes obstáculos en su actividad generadora de ingresos, en su normal desempeño o en su emprendimiento) y por supuesto, hacia los sectores que claramente se muestran en dificultades (como es el caso de la industria o las personas que no han salido de líneas de pobreza). Sostener, mejorar, prevenir y superar se convierten en verbos claves como transversales a un análisis permanente de sensibilidad (técnico, por supuesto).

Más allá del pronunciamiento del ministro Carrasquilla -con intención de hacer una reforma tributaria de vuelco estructural que no se ha hecho, con observación de las personas que pueden pagar impuestos y no lo hacen- quien aseveró que “los colombianos pagan impuestos como en un país pobre y ya no somos un país pobre”, resulta bienvenido el refuerzo a la economía que se ha estado tratado en el cónclave del Presidente con sus ministros ad portas de la nueva legislatura pues se hace necesario sintonizar cada tanto las metas del gobierno con los nuevas notas y observaciones y sumar el ingrediente de la llamada Conversación Nacional. Esto si se quiere ese desarrollo sostenible, en términos contemporáneos.

En gestión es propia la evaluación en el proceso de la implementación de un proyecto o plan. Y la evaluación suscita repensar, readecuar. En el trabajo social la escucha activa, otro término del siglo XXI, es su principal herramienta. El punto es que el gobierno aproveche el retiro, el Taller de revisión estratégica, para absorber y transmitir las nuevas percepciones. 

De hecho se han enfilado los esfuerzos hacia esas líneas en principal dificultad y bien conocidas como son la alta tasa de desempleo, la lucha contra los cultivos ilícitos, la corrupción, el impulso a la industria y la protección ambiental. Entre otras, en este caso, con el hito de impulsar la siembra de los 180 millones de árboles al 2022.

Una mirada especial como grandes dificultades piden las brechas regionales, la construcción de vías terciarias, la economía del cuidado y la atención y prevención a la drogadicción.

Otra mirada profunda la tienen los vulnerables ocultos, que están en la línea sensible y bien vale su identificación. Ejemplos hay muchos y son el sostén en gran medida de la clase media.

*Presidente Corporación Pensamiento Siglo XXI

uribemariaelisa@gmail.com