Dicho y hecho. La reforma tributaria se convirtió en el foco negro de la economía nacional en los últimos tres años, “con el coco” en el IVA, el aplazamiento en devolución del ICA y la siempre descartada, reducción del impuesto de renta a las compañías productivas.
El debate repetido, pero no sobrante se agrega con debilucho esquema salarial básico, desde el segundo semestre de cada año; empresarios, sindicatos y analistas quedan volando en sugerencias al Gobierno y su confuso Ministerio de Hacienda, prometiendo iluminación tributaria, en lugar de trazar estabilidad para ciudadanía corriente y empresario que crea y produce.
Desde luego, el proceso avanzará con posiciones cerradas, según cifras defendidas por dialogantes, hasta llegar a que el objetivo esperado, debe contar con oferta gubernamental de aumentar; Y ahora las centrales de trabajadores, repiten que haya algo mejor, en más de un 13, o 15 por ciento.
Ojalá sin pesimismo, ni sensacionalismos. El trasfondo reiterado en la última década dejó en claro que estarán, esta vez, argumentos del Gobierno Nacional, que sostendrán que ha hecho esfuerzos para garantizar que, sin cierres, ni restricción de horarios en almacenes, la luz del 2021 es la denominada “nueva normalidad,” creada con intención de continuar la modalidad para abrir puertas.
Al margen de lo económico se agitan intenciones no muy definidas alrededor de campañas electorales que, tendrán de pronto debate sobre empleo y salarios, de los primeros que saldrán al ruedo político porque hasta ahora no hay novedades y, menos intención de activar creando.
Las dirigencias gremiales sugieren a fondo, a autoridades económicas, extender campaña con criterio nacional. Como iniciativa han planteado crear en varios periodos cada año, “Una semana sin IVA, en todas las ciudades y, en horarios fijos para evitar aglomeraciones a las puertas de locales”
No están locos, es la temperatura que se capta, pensando entre gremios y en mantener protección alrededor de centros comerciales, según recomendación básica al desarrollar negocios en capitales departamentales y, demás centros urbanos del país. Debe ser consigna despierta con ideas complementarias para reactivar economía social.
Las compañías nacionales y extranjeras que cubren ciudades del país han activado servicios que muestran ascenso en la utilización de líneas a Norteamérica, Suramérica y principales destinos en Europa; Son potenciales usuarios, siempre pendientes de promociones en tarifas, agencias de viajes y líneas aéreas.
Entre lo aplicado en cuatro meses de año, es destacable la reactivación creativa, emprendida por la Cámara de Comercio de Bogotá, con su plan ´Fábricas de Productividad´ que reúne 750 empresas, de sistemas bancario, financiero, comercio, industrial, manufacturero y, sector gastronómico entre otros.
Otras ciudades preparan idea similar. Valga subrayar que lo mejor será cada gremio con propuesta productiva, laboral y competitiva con creación. En legislación lo decidido por Senado y Cámara, exige aporte para la economía nacional, sin exagerar condimentos politiqueros para su competencia en urnas electorales.
Se ratificará el rumbo con éxito al reactivar creando empresa, empleo y especialidades con calidad, diseño, y precios para competir en el país y el exterior.