Nicaragua va por más
Como sabemos, Nicaragua puso a disposición de las petroleras para exploración y explotación un área de 68.489 km2 en el Caribe, divida en bloques debidamente identificados por meridianos, paralelos, minutos y segundos. Algunos de esos bloques violan las áreas que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) asignó a Quitasueño, Providencia y San Andrés, y las situadas al oeste del meridiano 82 entre los puntos 4 y 6 (sketch-map No. 8) que la CIJ asignó a Colombia.
La Cancillería ha respondido con una nota de protesta, no solamente porque se ofertan bloques en áreas colombianas, sino porque se afecta el área de la reserva de biosfera Sea Flower, protegida por la Unesco. El archipiélago cuenta con una cadena de arrecifes coralinos que es la tercera más importante del mundo y que se perjudicaría gravemente con las torres de perforación y los taladros.
Colombia nunca quiso otorgar concesiones en sus áreas, precisamente por esas razones ecológicas. Pero eso no parece importarle a Ortega que se siente seguro y estimulado por sus sucesivas victorias en la CIJ. Ahora en el área próxima a Quitasueño y en Luna Verde se pesca con buzos y sin consideración ninguna el caracol pala, una especie protegida, y posiblemente también se hace pesca de arrastre.
Por otro lado, como la CIJ no le otorgó a Nicaragua la plataforma extendida de 350 millas náuticas porque, dijo el tribunal, ese país sólo tenía información preliminar y la extensión podría afectar las mínimas 200 MN de la costa continental de Colombia, Nicaragua acudió a la Comisión de Límites de Plataforma Continental de la ONU, organismo derivado de la Convención de Jamaica de la que Colombia no es parte, y que, por consiguiente, no tiene competencia sobre nuestro país. Esta Comisión solamente puede hacer “recomendaciones”. Recordemos que la CIJ en su fallo reconoció a las islas del archipiélago (con excepción de Quitasueño y Serrana) el derecho de generar áreas marinas y submarinas hasta de 200 MN. Si Colombia trazare líneas de base rectas en esa zona, esas 200 MN se superpondrían a las generadas por la costa continental, integrando la plataforma y evitando la pretensión nicaragüense.
Hay quienes creen que Nicaragua nos va a demandar de nuevo. No será, en todo caso, por la plataforma extendida porque la CIJ no puede aplicar a Colombia una Convención de la que no es parte. Aunque con la habilidad de los nicas, nunca se sabe.
Lo que tenemos que hacer es delimitar nuestra propia plataforma y dar esa información, con los datos geodésicos respectivos, a Naciones Unidas. ¡Es urgente! Debemos ser proactivos y no reactivos.
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Coda. Mientras los terroristas de las Farc dicen que hay que darles curules en Congreso, Asambleas y Concejos y además quieren canales nacionales de TV, un fiscal acusa a una humilde campesina que sirvió de instrumento para cobrar indemnizaciones por el caso de Mapiripán de haber conformado una “organización” para inducir a error a los jueces. El mundo al revés. Y de los verdaderos responsables ¿qué?